Iluminaciones
S&P 500, un mercado que no para de subir desde 2008
Economista y periodista. Trader de commodities, índices y monedas.
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Se trata del índice bursátil más importante de la economía estadounidense y una referencia permanente para los inversionistas del mundo. Es un indicador que refleja cómo sube o baja la capitalización de las 500 empresas más importantes que cotizan en la bolsa de Nueva de York (NYSE, por sus siglas en inglés) y en Nasdaq.
En este selecto grupo están empresas de todas las industrias que son, básicamente, las firmas cuyas acciones tienen una demanda permanente, a precios altos. Precios elevados y grandes volúmenes transados significan dos cosas: alta capitalización y mucha liquidez.
Es por eso que este índice dibuja lo que sería el comportamiento de un portafolio óptimo de inversión. De ahí, también, que el S&P 500 sea un termómetro que muestra, con relativa exactitud y rapidez, el estado de la economía estadounidense y, por extensión, del mundo.
Pulse el enlace para ver el gráfico:
https://www.tradingview.com/x/gbdf3AVN/
En un ambiente de distensión monetaria, que arrancó en diciembre de 2008, cuando el Banco de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en ingles) empezó a comprar enormes cantidades de cartera a los bancos privados, el S&P 500 comenzó a despegar.
El FED decidió comprar cartera para que los bancos pudieran reemplazar un activo poco líquido –un préstamo de largo plazo, con una probabilidad baja de pago: una hipoteca– por dinero en efectivo.
Esa inyección de liquidez serviría para que los bancos volvieran a prestar, esta vez en condiciones más convenientes para el prestamista: a mayor plazo y menor tasa. A aquellas compras masivas de cartera se las denominó “Quantitative Easing” (QE) y fueron las que, a final de cuentas, permitieron que Estados Unidos saliera del estancamiento económico que se produjo a finales de la década pasada, por la crisis de las hipotecas, precisamente.
Las tasas de interés bajas estimularon la demanda de crédito y, por ende, la inversión y el consumo. Pero también desincentivaron el ahorro en instrumentos tradicionales, como depósitos a plazo.
Todo ese dinero se volcó entonces a los mercados de bonos y acciones produciendo, de esta manera, un 'boom' en las bolsas de valores. El S&P 500 es, en ese sentido, un ejemplo paradigmático de todo aquello.
Pulse el enlace para ver el gráfico:
https://www.tradingview.com/x/gbdf3AVN/
Como muestra el gráfico adjunto, desde diciembre de 2008, aquel índice marcaba un nivel de 728 puntos. Inmediatamente después del lanzamiento del QE, el S&P empieza a subir hasta alcanzar un nivel de 1.115, doce meses después, en diciembre de 2009, registrando un aumento de 53% anual.
Este ritmo de crecimiento, de por sí importante, comienza a acelerarse con el paso del tiempo: en septiembre de 2011, el S&P 500 empieza un nuevo envión que lo lleva a alcanzar un primer récord de 2.141 puntos, a mediados de 2015.
Un segundo récord es alcanzado en septiembre de 2018, cuando el S&P 500 marca un nivel de 2.936 y ahora, un tercer récord ha sido alcanzado con el S&P 500 en un nivel de 3.122.
¿Hasta dónde llegará esta tendencia alcista? Imposible saberlo. Lo que sí está claro es que mientras las tasas de interés continúen en niveles bajos, el apetito de los inversionistas por comprar bonos y acciones permanecerá intacto.
@GFMABest