Las series que nos tienen atrapados y pegados al televisor

Con mi marido, El Wilson, desde que nos despertamos esperamos a que llegue la noche. Les acostamos a los niños y nos instalamos a ver una serie –sacamos golosinas de todos los escondites posibles–.

El Wilson siempre me pregunta:

-¿Quieres que traiga unos juguitos de los de los guaguas?

-Si, tráeme uno de manzana verde, porfa.

Nos acomodamos en la cama, prendemos la televisión y ponemos play. Tengo que admitir que mi marido tiene el control de las series. Está al tanto de las últimas temporadas y sugiere qué ver.

Hace tiempo, decidimos ver 'The Crown', que trata sobre la corona inglesa. Es interesante y tiene una producción increíble, pero es un poco lenta y aburrida. Entonces, nos tomamos un descanso y vemos las nuevas temporadas de las series que estábamos viendo antes.

Acabamos la segunda temporada de una serie española que nos encantó, llamada 'Entrevías'.

Es buenísima, y nos matamos de risa, a pesar de que la trama es seria y trata importantes denuncias sociales, como las pandillas, microtráfico y racismo. Tiene muy buen humor.

El personaje principal, o al menos el que más nos gusta, es Tirsio, un abuelo amargado interpretado por el actorazo José Coronado.

Cuando terminamos 'Entrevías', vimos la segunda temporada de una serie estadounidense llamada 'Sex/Life'. Me cautivó desde el primer capítulo, pero El Wilson se aburrió y quería volver a ver 'The Crown'.

A lo que me negué rotundamente. Me hechiza ver series románticas y llenas de casualidades forzadas y con música de fondo cursi.

Antes de que se acabara la última serie, El Wilson ya tenía puesto el ojo en otra. El mismo día que terminamos 'Sex/Life', empezamos a ver 'La Chica de Nieve' (basada en la novela del escritor Javier Castillo).

Esta nueva serie, también española, nos pareció que iba a ser excelente dese el primer minuto, porque el personaje que hace de periodista y profesor de investigación es José Coronado, el querido Tirsio, aunque aquí no nos sacó ni una sonrisa.

La historia es terrible. Es de suspenso y hay momentos que son terroríficos. Les voy a hacer un resumen tratando de no hacerles demasiados spoilers.

'La Chica de Nieve' trata sobre la desaparición de una niña de cinco años llamada Amaya, quien es secuestrada en el desfile del Día de Reyes de 2010.

A partir de este hecho, sus padres viven una pesadilla durante nueve años. A lo largo de los seis capítulos, hay flashbacks que van y vienen entre el pasado y el presente todo el tiempo.

Hay que verla muy concentrados. Es fácil perderse en los detalles y en el manejo del tiempo. Nosotros, como espectadores, vamos resolviendo el secuestro junto a los detectives y la periodista de investigación, quien en el pasado sufrió una violación y está obsesionada por descubrir quiénes abusaron de ella.

El Wilson y yo más de una vez pusimos pausa para discutir lo que estaba pasando y dar nuestras hipótesis. La música de suspenso acompaña cada escena, haciendo que el espectador se ponga nervioso.

Los primeros planos muestran la angustia en el rostro de los personajes. Sin diálogos, se pueden percibir las miradas tormentosas, de odio, desolación e impotencia en ellos.

El final de la serie revela que la niña fue secuestrada, pero no les voy a contar nada más para evitar spoilers.

Cuando se terminó la primera temporada, nos quedamos en suspenso. No me gustaron los dos últimos minutos del último capítulo. Como decía Wilson sobre 'Sex/Life':

-Mucho le meten a esta serie.

Apagamos la televisión y nos quedamos analizando sin poder separarla de la actual realidad del miedo de ser raptados. Justo en estos días, salió la noticia de una pareja que fue secuestrada en la Ruta Viva, lo que hizo que la serie tuviera más sentido.

Una realidad lejana y actuada se convirtió en un hecho real y cercano. ¿Quién no tiene miedo de que sus hijos o sus padres sean secuestrados?

Y saber, al igual que en la serie 'Entrevías', que la Policía hace lo que puede, pero la justicia entorpece todo. La sensación de estar inseguros y desamparados se apodera de la vida cotidiana.

Al día siguiente, volvimos a hacer la misma rutina. Mandamos a dormir a los niños y nos armamos con golosinas. El Wilson me trajo el jugo de manzanas verdes. Abrí los chocolates, las papas, unas gomitas y el canguil.

Pusimos de nuevo 'The Crown', pero la vida real de la realeza me arruinó el final. La reina Isabel se murió, y ahora el príncipe William y la princesa Kate Middleton están en crisis matrimonial. Y en la serie, recién Carlos y Diana se conocen.