Efecto Mariposa
Cómo salvar los propósitos de año nuevo sin fracasar en el intento
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
Actualizada:
Hay cálculos que dicen que un 90% de las personas se plantea nuevos propósitos de vida cada inicio de año, pero casi el 80% no los cumple.
Algunas listas de propósitos comienzan a agonizar a mediados de enero y expiran definitivamente en febrero.
Coloco estos datos para que se sienta acompañado si ha experimentado frustración por no cumplir con el plan de tener una nueva vida cada año. También, en este momento, ya puede estar pataleando para cumplir los propósitos de 2023.
En general, los propósitos que se plantean al iniciar cada año son de tipo personal. A continuación, una lista de los más comunes:
- Perder peso.
- Ahorrar más.
- Gastar menos.
- Hacer ejercicio.
- Criticar menos.
- Pasar más tiempo con la familia.
- Viajar.
- Estudiar otro idioma.
- Aprender un nuevo pasatiempo.
- Dormir más horas.
- Ser más saludable.
Así, aprovechando el optimismo del año que se estrena, planeamos dejar abruptamente un viejo yo, con algunos defectos, carencias y necesidades, para inaugurar un yo menos imperfecto.
En teoría, el plan puede sonar fácil; sin embargo, en la práctica, dejar viejos hábitos no es tan simple.
Para entender por qué no persistimos en los procesos de cambio hay estudios en el campo de la economía comportamental. Esta área es una fusión de la economía y la psicología, que ayuda a entender el comportamiento de las personas en torno a las decisiones económicas.
Según los especialistas comportamentales, cuando tomamos decisiones manifestamos una naturaleza dual: un yo que planifica acciones de largo plazo y uno que ejecuta las acciones en el corto plazo.
La lucha entre estos dos se debe a que damos más importancia al presente que al futuro; esto se conoce como descuento hiperbólico.
En otras palabras, las acciones de largo plazo tienen menos importancia, incluso si las ganancias que podríamos obtener, si esperamos un poco, son mayores que las que obtendríamos en el presente.
En conclusión, no alcanzamos nuestros propósitos de largo plazo porque cedemos a las tentaciones del ahora.
Y esta es la razón por la que preferimos comprar esos zapatos que no necesitamos para satisfacer un deseo del ahora, en lugar de ahorrar para el futuro.
Tomar una decisión entre lo que obtengo en el momento y lo que podría alcanzar más adelante es complejo. Hace falta no solo fuerza de voluntad, sino también saber lidiar con el alto costo psíquico que puede acarrear esta negociación.
Una forma de hacerlo es teniendo claridad de lo que se quiere conseguir, para así optar por acciones que nos acerquen al cumplimiento de una meta y evitar las actitudes o cosas que nos alejen de nuestros propósitos.
Según los especialistas del comportamiento, si adoptamos algunas prácticas, podríamos aumentar las posibilidades de cumplir con nuestras metas. Enseguida las menciono.
- Sea específico y realista:
Si el plan es ahorrar, no diga, simplemente, voy a ahorrar, eso se esfuma fácilmente. Establezca el valor, la frecuencia, la cuenta en la que ahorrará y con qué objetivo. ¿Cuál es la meta de su ahorro?
Una sola resolución es suficiente para evitar conflictos. Por ejemplo, si sus metas son ahorrar y viajar más, ambas pueden ser incompatibles.
Nos sentimos más motivados, a cumplir una meta, cuando están en juego nuestra palabra o nuestra imagen. Si está de por medio nuestra credibilidad, es más difícil fallar.
Puede ser de ayuda establecer planes que, de alguna manera, impliquen un compromiso adquirido.
Por ejemplo, para hacer ejercicio, puede pagar el gimnasio por adelantado. Sin embargo, si es su primera vez en un centro deportivo, no caiga en la trampa de pagar todo el año (aunque le ofrezcan maravillas de descuentos).
También es beneficioso incluir en sus planes a otras personas. Si invita a un familiar o a un amigo a hacer ejercicio, al menos sentirá vergüenza por fallar en un plan propuesto por usted mismo.
No se haga trampa y elimine las tentaciones. Trate de incluir su propósito en su rutina diaria.
Vaya paso a paso, por etapas será más fácil llegar a una meta más grande. Si es sedentario, no planee correr cinco kilómetros en su primera salida.
Establezca los objetivos en momentos neutros, no cuando se sienta súper optimista. En un momento de euforia puede pagar un año de gimnasio, sin embargo, puede que solo asista el primer mes. Si tiene el deseo de hacer ejercicio, ahora mismo contrate el plan de ejercicios, pero solo hágalo por un periodo corto, hasta ver cómo le va.
Ser perezoso o no perseverante es más fácil cuando algo es confuso o requiere de mucha explicación. Si adopta una dieta con calorías difíciles de medir, o incluye alimentos que no consume diariamente ni se encuentran con facilidad, usted tendrá toda la razón para seguir con su dieta poco saludable de siempre.
Los seres humanos maximizamos las pérdidas y minimizamos las ganancias. Así, cuando enfrente tentaciones, negocie con usted mismo y recuerde todo lo que ha conseguido y lo que perderá si cede a la tentación. Es bueno recordar el objetivo de largo plazo de manera constante.
Si tiene la costumbre de plantearse nuevas metas para cada año, aún está a tiempo de salvarlas en esta primera semana de enero. Cualquier día es bueno para comenzar.
Feliz 2023.