Firmas
Sabes que estás viejo…
Abogado y escritor. Ha publicado varios libros, entre ellos Abraza la Oscuridad, la novela corta Veinte (Alfaguara), AL DENTE, una selección de artículos. La novela 7, además de la selección de artículos Las 50 sombras del Buey y la novela 207.
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Hace unos días comentaba por tuiter que conocí al joven gerente de la empresa Dúrex y, para dolor de las articulaciones de mi amor propio, lo primero que se me vino a la cabeza fueron aquellas cocinetas (y otros electrodomésticos) de marca similar.
Minutos después entendí que el producto era otro, uno más lejano de la cocina y más cercano a la habitación.
Y cavilando sobre preservativos, recodé que en los tiempos A.V. (antes de la vasectomía) usé los de marca Trojans. Hoy –pese a la gran calidad de dicha marca- sabes que estás viejo, cuando sostienes una caja de Trojans pero te pones a pensar con preocupación que fue precisamente a los Troyanos a quienes se les escabulleron unos cuantos enemigos y ¡zas!, ardió Troya.
Por si les pasa y no saben qué nombre darle a su bendición, se dice que entre los soldados ocultos en el caballo estuvieron Odiseo, Acamante, Agapenor, Áyax el Menor, Calcante, Cianipo, Filoctetes, Menesteo, Meríones, Peneleo, Podalirio, Polipetes, Talpio, Teucro, Ulises, Yálmeno, entre otros.
Sabes que estás viejo, también, cuando lees a muchos comentando sobre la película los dos Papas, y enseguida piensas en el máximo de carbohidratos recomendados por tu nutricionista.
Y ya que estamos en el cine, sabes que estás viejo cuando luego de hacer pipí, tienes que hacer lo mismo que con las películas de los Avengers: esperar un largo rato hasta que salga esa última escena, cuando parece que ya todo había acabado. La sacudida ya no es opcional, ni tampoco es sensual.
Sabes que estás viejo cuando luego del abrazo por año nuevo, recuerdas que ya te tocará pagar algunas cuentas del primero de cada mes, y acto seguido haces un breve repaso por las cuentas por cobrar.
Para cuando regresen las personas que salieron a dar la vuelta a la manzana con las maletas vacías y el calzón amarillo lleno, ya habrás cuadrado caja.
Y si salir de una deuda te da alegría, pues mayor sensación de triunfo se siente luego de salir de una piscina sin escaleras.
Sabes que estás viejo cuando eres mayor que varios notarios, Jueces de Corte Nacional, Decanos de Facultades, alcaldes y hasta presidentes.
En la misma línea, sabes que estás viejo cuando los que son menores que tú culpan, con mucha razón, a tu generación de haberla cagado tan olímpicamente en detrimento de la Patria toda.
Sabes que estás viejo cuando juegas FIFA con tus hijos y al único que realmente reconoces en el juego es al comentarista: 'El Matador' Mario Alberto Kempes.
Y si cometes la imprudencia de comentar que es tu ídolo y goleador del Mundial de Argentina 1978, lo que recibirás son miradas de compasión de tus críos. Y dos goles al hilo porque, para colmo, uno aprendió a jugar con un joystick y un solo botón.
¿Sientes un intenso dolor en el pecho? Lo más seguro es que sean cálculos renales, concluyes con calma. Pero sabes que estás viejo porque solito has descartado el infarto pues pocos días antes ya te habías hecho todos los exámenes del corazón por culpa de un pedo cruzado que te pasó rozando algún nervio de los largos.
Y ya que estamos en la zona hospitalaria, sabes que estás viejo cuando la posibilidad de una “primera vez” ya no te ilusiona porque lo más probable es que se trate de una cirugía.