Efecto Mariposa
Un rompecabezas descabezado
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
Actualizada:
Cada 28 horas se produce un femicidio en Ecuador. Esa cifra escalofriante, que fue presentada hace poco por la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo, ALDEA, no causó en el Gobierno el más mínimo interés por la violencia de género contra la mujer.
Sin embargo, ahora que lo hace, motivado por un femicidio que, por todo su contexto y con toda razón, fue muy mediático, dan pasos improvisados y desesperados para decir que algo están haciendo.
Y, por la forma cómo se está organizando la lucha para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer, es posible identificar las piezas de un rompecabezas, pero descabezado.
A continuación, describo sus partes.
- Se anunció una reforma estructural en la Policía, que incluía la destitución de dos Generales y la evaluación a 300 oficiales, para determinar quiénes permanecerán en la institución. También se dio un plazo de una semana al comandante general de la Policía, Fausto Salinas, para que diera con el paradero de Germán Cáceres, presunto femicida de María Belén Bernal. A dos semanas de los anuncios, los generales siguen en funciones, de la evaluación no se habló nunca más, el plazo ya pasó. En conclusión, nada ha pasado.
- La semana anterior, el presidente Lasso realizó la entrega de viviendas de interés social en algunos cantones. Según lo mencionó, el 80% de las casas fue entregado a mujeres, madres solteras, mujeres abandonadas por sus esposos que, ahora que ya tienen casa, "pueden hacer respetar su dignidad" (se entiende que la culpa de que nos maten es nuestra, por no hacernos respetar).
Esta acción fue enmarcada como parte de la estrategia para combatir la violencia contra la mujer. Aunque es cierto que esta acción puede proporcionar cierta independencia económica a las beneficiarias del programa de viviendas, ese no era el objetivo original del plan, sino que de pasito se aprovechó el discurso.
Después de las críticas, por aparecer solo con hombres, posó en una foto, rodeado de mujeres. Como nada es perfecto y somos unos inconformes, le dijeron que, si bien hubo mujeres, no había diversidad. En estos últimos días, ya apareció sentado en una mesa, rodeado de mujeres diversas.
Ahora, no solo aparece el Primer Mandatario, finalmente, fue el turno de la secretaria de Derechos Humanos, quien estuvo ausente en los días más críticos de la búsqueda de María Belén Bernal.
Ella aparece en las fotos y ruedas de prensa adornada de mujeres de todos los colores para decir que hay diversidad. Con esto ya se acabaron las críticas de solo hombres, solo mujeres rubias y de otras apariencias.
Esta mesa aparece encabezada por el Presidente, una persona que, con todo el respeto que se merece por ser la máxima autoridad del país, no tiene la más mínima idea de lo que es la violencia de género.
Nadie que tiene nociones básicas de temas de género y violencia, propondría demoler una edificación por su puerta pequeña y, en su lugar, construir un edificio con identidad de género, y así erradicar la violencia contra las mujeres.
Además, han sido invitadas mujeres de 12 organizaciones de mujeres. Eso ya me da mala espina. ¿Quién ha dicho que la violencia es un problema solo de mujeres? Entre mujeres no nos matamos, los hombres son los que nos matan.
Yo sí estoy de acuerdo con que en la lucha contra la violencia contra las mujeres deben participar los hombres. Al fin vivimos juntos, ¿no?
Por otro lado, entiendo que el trabajo de la mesa recién empezó, pero, con una velocidad sospechosa, ya aparecieron los primeros resultados del diálogo y manifiestan que todo "avanza a pasos firmes".
Ya hay videos promocionales, promesas de crear un ministerio que resuelva estos asuntos y discursos confusos, pero la estrategia, el camino trazado para transitar con paso firme para combatir la violencia contra la mujer, aún no están claros.
Esas afirmaciones solo confirman que quienes asesoran al Presidente tienen menos idea que él de lo que es la violencia de género. No se puede esperar nada, si la cabeza y sus partes no saben de lo que están hablando.
Cumpliendo con la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, los funcionarios de Gobierno, comenzando por el Presidente, deberían recibir una capacitación en temas de violencia de género, o leer la ley, para que al menos conozcan la terminología y no queden tan mal.
Este recuento de acciones enredadas del Gobierno me hace pensar en que cuando baje la presión social por el caso de María Belén Bernal, no se hablará más del tema, a menos que haya otro femicidio mediático. Recordemos que todos los días nos matan y nadie se entera ni tampoco importa.
Las acciones para prevenir y erradicar un tema tan complejo, como la violencia de género, deben ser bien planificadas y, sobre todo, deben ser lideradas por expertos; no importa si son hombres o mujeres, pero deben saber de lo que están hablando.
Hay organizaciones con gran trayectoria de trabajo en temas de violencia contra la mujer. También hay universidades con programas y carreras de estudios de género, que tienen a especialistas (hombres y mujeres) de renombrado prestigio que pueden aportar para conducir un plan para erradicar y prevenir la violencia contra la mujer de forma técnica y responsable.
Presidente, aunque no crea, aquí en Ecuador, sí hay gente preparada, no necesita pedir ayuda al extranjero por cada cosa.
Además, pueden invitar a personas (hombres y mujeres) feministas, activistas o académicas, que realmente conozcan del tema.
A los que tienen miedo de las feministas, porque las imaginan violentas, les puedo asegurar que las feministas no matan hombres, así que tranquilos, no corren peligro. Como dice Marcela Lagarde, las mujeres solo queremos construir un mundo habitable.
Otro punto importante que no se debe olvidar en toda esta lucha es la necesidad de contar con recursos. ¿Cuánto dinero se destinará y desde cuándo estará disponible? ¿En qué se gastará?
Para finalizar, hago un llamado al Presidente para que asuma las cosas con seriedad. La violencia contra la mujer no es un asunto para ganar algo de popularidad; se trata de la vida de las más de ocho millones de mujeres que vivimos en Ecuador.
Presidente, si va a generar planes para erradicar la violencia contra la mujer, hágalo de manera seria e informada, sino siga no más como hasta ahora, pero no nos utilice, por favor.