Canal cero
"Revolución socialista en Ecuador y América Latina"
Doctor en Historia de la Universidad de Oxford y en Educación de la PUCE. Rector fundador y ahora profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador. Presidente del Colegio de América sede Latinoamericana.
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Los años sesenta y setenta del siglo XX fueron agitados por grandes cambios en el país y el mundo. Las insurgencias en varios países, la Revolución Cubana y el Concilio Vaticano II, movieron el piso.
Fidel Castro y Juan XXIII fueron, entre otros, referentes de la ola contestataria que inundó América Latina con los ritmos de los Beatles e Inti Illimani, con los reclamos de los obreros y campesinos, con las consignas de la revuelta estudiantil de París del 68 y las demandas de nuestras protestas contra los dictadores criollos y los bombardeos de Vietnam.
La sociedad se transformaba. La creciente urbanización; la difusión de medios de comunicación, entre ellos la radio, que llegó a remotos sectores rurales, y la televisión; el crecimiento de la educación, marcaron esos años.
Los jóvenes pedían cambios, querían revolución. Y creían que era posible en poco tiempo.
El sentimiento revolucionario se difundió, pero el Partido Socialista y el Partido Comunista se dividieron, mientras la derecha se reagrupó alrededor de la acción contrainsurgente de Estados Unidos en la región.
Surgieron tendencias reformistas y modernizantes, que se consolidaron en los años setenta. En la Iglesia Católica aparecieron grupos comprometidos que adoptaron la Teología de la Liberación y posturas contra el sistema.
Nacieron tendencias insurgentes. El ala radical del socialismo, el Partido Socialista Revolucionario, PSRE, y otros grupos se lanzaron al activismo insurreccional, afirmando que las viejas tesis de los partidos comunistas, auspiciados por Moscú, estaban superadas.
Los comunistas sostenían que la Revolución debía hacerse "por etapas", propiciando primero una transformación "democrático-burguesa", dejando para después la revolución socialista. Las nuevas tendencias planteaban que se podía ir directamente a la revolución, como en Cuba.
Manuel Agustín Aguirre, líder histórico del Partido Socialista e ideólogo radical, planteó la tesis de la "Revolución Socialista en Ecuador y América Latina", muy popular esos años.
En vez de ir por etapas, sostenía, se podía luchar directamente por un régimen socialista, siempre que se diera en varios países, generando la fuerza popular necesaria para enfrentar al imperialismo estadounidense.
La propuesta tuvo éxito entre los jóvenes que pensaban en la lucha armada y en la insurrección popular, en un continente dominado por dictaduras que no permitían elecciones.
Los proyectos insurreccionales no cuajaron en Ecuador. Varios intentos fueron reprimidos. La izquierda optó por la participación en los sistemas constitucionales, pero en los noventa fue derrotada ideológicamente por el neoliberalismo.
En unos años, el llamado Socialismo del Siglo XXI, penetrado de corrupción y caudillismo, desprestigió la causa. Pero el espíritu socialista revolucionario, como en otros lugares del mundo, atrae siempre a los jóvenes.