Con Criterio Liberal
Los retos económicos pendientes del Gobierno de Guillermo Lasso
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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Casi se cumplen ya 100 días del inicio del Gobierno de Guillermo Lasso y, tras el éxito del plan de vacunación, gozando de una alta popularidad el Presidente, parecen estas semanas una oportunidad histórica para proponer reformas económicas serias en Ecuador.
El Gobierno no cuenta con una mayoría en la Asamblea, por lo que habrá de elegir muy bien cuáles serán sus batallas, no las puede ganar todas, y deberá negociar los temas que quiere impulsar.
Este domingo se presentó la Proforma Presupuestaria para lo que queda de 2021, que era el primer gran acto económico del Gobierno.
Lejos de ser unos presupuestos de ajuste o un cambio radical, se presentó un presupuesto continuista, que aún aumenta los gastos en lugar de reducirlos y mantiene un déficit de USD 4.800 millones. Son USD 900 millones menos de los USD 5.700 que tenía el presupuesto de 2020 (alargado a 2021 por ser año electoral), pero aún completamente inasumible para una economía de USD 103.000 millones.
Y este mismo domingo concedieron una entrevista al nuevo medio de comunicación Primera Plana el Ministro de economía, Simón Cueva, el ministro de la producción, Julio José Prado y el gerente general del Banco Central, Guillermo Avellán.
Lo primero que hay que celebrar es esta predisposición de las máximas autoridades de someterse a las preguntas del periodismo independiente. Ojalá sea una costumbre, pues si se quiere generar un clima de confianza en la economía, que facilite la inversión, son imprescindibles la transparencia y el acceso a las autoridades económicas.
De lo que se dejó traslucir en esa entrevista se puede concluir que las prioridades del Gobierno, una vez superada y con excelente nota la prueba de la vacunación, es un nuevo acuerdo con el FMI para generar confianza internacional; la apertura, con un importante viaje a México del Presidente Lasso para poder concretar el acuerdo comercial con ese país, principal escollo para la incorporación de Ecuador a la Alianza del Pacífico; y la reforma tributaria, que ha de pasar por la Asamblea, y parece que es ahí donde se pondrá en juego el capital político del nuevo Gobierno.
Mientras tanto, se está trabajando en "poner la casa en orden" en instituciones como la banca pública o los propios ministerios.
Todo esto es un plan razonable, moderado y alcanzable. Yo creo que la economía de Ecuador necesita de reformas radicales para poder crecer a tasas que permitan generar mucho más empleo.
Pero parece que el Gobierno de Lasso se adhiere al adagio de "lo mejor es enemigo de lo bueno" y prefiere centrarse en lo que pueden lograr en la situación actual mientras confían en la recuperación económica que vendrá por la salida de la crisis del Covid-19 y un mejor clima de inversión.
Ojalá en unos años no nos arrepintamos de la oportunidad perdida que suponen estas semanas para hacer reformas que permitan sanear mucho más la economía.