Economía y Desarrollo
Restricciones del nuevo gobierno, oportunidades para la sociedad
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
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Guillermo Lasso dio su discurso de triunfo, con Jaime Nebot parado a su lado ratificando la alianza entre CREO y el PSC que lo impulsó.
Lasso alcanzó la victoria electoral con 4,6 millones de votos (aumentando en 2,8 millones los votos que obtuvo en la primera vuelta), frente a los 4,2 millones de votos logrados por Andrés Arauz (que aumentó en 1,2 millones de votos los recibidos en febrero).
En un primer momento, el resultado electoral pone a un representante directo de la banca privada en la Presidencia de la República. Marca, además, el retorno del Partido Social Cristiano (PSC) al gobierno. Esto significaría la continuidad de las políticas económica liberal y social residuales de Lenin Moreno y del FMI, que CREO y el PSC apoyaron durante cuatro años.
Sin embargo, dada la baja aceptación del gobierno saliente, Lasso deberá buscar la forma de diferenciarse y de distanciarse de Moreno y sus aliados desde el primer momento.
Además, debe sortear otras cuatro restricciones durante su gobierno.
Primero, el triunfo de Lasso se consolidó en la polarización contra el correísmo, generando adhesiones diversas.
Ahora, quienes después de haber celebrado el objetivo que creyeron primario, se preocupan de sus posiciones conservadoras frente a los derechos de las mujeres, el poco compromiso con la protección del ambiente, la anunciada eliminación de la Senecyt, el aumento del salario básico a USD 500 o la reducción de tasas de interés al 1%.
El gobierno entrante deberá reescribir todo su programa de régimen o enfrentar permanentes tensiones sociales y presiones corporativistas.
Segundo, desde la Presidencia, deberá enfrentar una Asamblea Nacional en la que la principal fuerza política, UNES, es de oposición directa.
El movimiento Pachakutik, que impulsó el voto nulo denunciando que el ahora presidente electo había hecho fraude para pasar a la segunda vuelta.
Por otro lado, la Izquierda Democrática (ID), que a pesar del apoyo directo a Lasso de su ex candidato a la Presidencia, ha señalado líneas rojas en materia de derechos e intentos de privatizaciones.
El nuevo gobierno requiere lograr acuerdos, ceder posiciones o intentar imponerse, tensionando la independencia de poderes.
Tercero, el triunfo electoral se dio con el voto de aquellos electores de Pachakutik y de la ID que no optaron por el nulo y lo consideraron el "menos malo".
Los votos nulos fueron de sectores progresistas que veían similares problemas y contradicciones en las dos opciones de la segunda vuelta. Estos sectores han manifestado que se movilizarán de manera permanente. El presidente electo deberá atender sus demandas o intentar reprimirlas a la fuerza.
Cuarto, debe enfrentar la mayor crisis sanitaria y económica de los últimos 100 años. Debe lograr una justa y eficiente gestión de las vacunas de Covid-19. Debe contener el aumento del subempleo y de la pobreza, fortaleciendo las redes de protección social, y dar estímulos fiscales.
El gobierno deberá renegociar con el FMI y confrontar sus propias ideas de política económica, buscando equilibrios, o generar conflicto social y una rápida perdida de aceptación.
El país necesita encontrar consensos. Para ello, si algo debe cambiar es que la democracia no puede terminar con la designación de representantes.
La sociedad gana en democracia cuando existe un proceso permanente de movilización, de deliberación y de toma de decisiones con la más amplia y diversa participación.
Las restricciones que enfrenta el gobierno entrante son una oportunidad para fortalecer a la sociedad.
"La resistencia no es solo aguantar sino construir algo nuevo".