Análisis Económico
Reforma tributaria: un salvavidas desinflado
Director general de Perspectiva, consultora de asuntos económicos y empresariales. Docente de posgrado en macroeconomía y políticas públicas. Realiza análisis coyunturales del Ecuador para The Economist Intelligence Unit (EIU).
Actualizada:
Llegaron las reformas salvavidas, pero desinfladas. Sin mejoras en lo laboral, sin cambios tributarios contundentes, sin incentivos para invertir y producir. El objetivo es otro, mejorar la situación fiscal aumentando la recaudación.
En resumen, la parte tributaria de la reforma busca recaudar USD 700 millones más para el Estado. Este dinero vendría sobre todo del sector productivo, al cual se le suben los impuestos y se le reducen los beneficios.
Para empezar, el nuevo impuesto sobre los ingresos tiene el efecto de subir el impuesto a la renta. Las empresas que en 2018 tuvieron ingresos brutos superiores a USD 1 millón pagarán un impuesto que va de 0,1% a 0,2% por tres años. De acuerdo con cálculos realizados por la Cámara de Comercio de Guayaquil, el impacto de este impuesto podría significar hasta 6 puntos adicionales en el impuesto a la renta para varias compañías.
Así el Gobierno extraerá USD 170 millones anuales del sector privado solo porque sí. ¿Bajo qué argumento estas empresas deben pagar este impuesto? ¿Por qué los ingresos superiores a USD 1 millón son “extraordinarios” como dice la ley? Y si una empresa que en el 2018 vendió USD 1 millón luego vende menos, ¿por qué tendría que seguir pagándolo? ¿Acaso en Ecuador es un problema vender más de USD 1 millón? Este impuesto no tiene sentido ni justificación.
Pero hay más. El Ejecutivo también ha propuesto aumentar el ISD para materias primas. Sí, aumentarlo. El gobierno ha anunciado la reducción de la tasa del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) del 5% al 2,5%. Pero es una verdad a medias. No informa que en el último artículo de la ley dispone la derogación de los tres beneficios que tienen las materias primas por el pago del ISD: el crédito tributario para el impuesto a la renta, la devolución y el reembolso para exportadores habituales.
Gracias a estos beneficios hoy en día el pago del ISD para esos bienes termina siendo 0% en la práctica. Por lo que al eliminarlos y definir la tasa en 2,5%, el efecto final es un aumento del impuesto. Esta reforma en particular afecta al sector productivo porque encarecerá los costos de producción, lo que a su vez disminuye la competitividad de los productos locales. Ofrecen gato por liebre.
También aumentará el pago del impuesto a la renta para varios negocios. La propuesta del Ejecutivo incluye la reducción de varias deducciones de gastos que actualmente permiten reducir la base imponible para el cálculo del impuesto a la renta.
Al haber menos gastos deducibles, aumenta el impuesto a la renta causado. Por ejemplo, se reducen del 100% al 50% la deducción adicional por incremento de empleo neto; del 100% al 50% la deducción adicional de gastos de micro, pequeñas y medianas empresas, en gastos de capacitación técnica, mejora de productividad, etcétera; entre otros.
Los inversionistas extranjeros también pagarán más impuestos. Aunque una de las mayores necesidades del país es la entrada de divisas, en la reforma también se elimina a los dividendos y utilidades repartidos a sociedades o personas extranjeras de las exenciones del impuesto a la renta. En Ecuador, históricamente la IED ha sido inferior al 1% del PIB. Seguimos fallando en generar los incentivos para atraer inversiones extranjeras de calidad.
Las personas tampoco se salvan del incremento de impuestos. El proyecto de Ley restablece el ICE a los planes celulares pospago de personas naturales. Este impuesto, que había sido eliminado durante el correísmo, será del 10% porque ahora el Gobierno piensa que es de lujo.
Además, se gravarán con IVA los servicios digitales como Uber, Netflix, Glovo, etcétera. Esto también incluiría las plataformas de correo y almacenamiento en nubes como G-Suite (Google), Office 365 (Microsoft), entre otros, que son utilizados tanto por personas como por empresas.
Dentro de todo, hay que mencionar lo positivo como la eliminación del anticipo del impuesto a la renta, la exoneración del impuesto a la renta para el sistema financiero de sus ingresos por intereses de préstamos para emprendedores, la devolución automática de impuestos para exportadores y el régimen especial para microempresarios, que ahorrará costos y tramitomanía.
El objetivo de la reforma tributaria es claro: generar más recursos para el Estado. El problema es que esto se contrapone con la reactivación, el crecimiento económico y el empleo. El gobierno lanzó el salvavidas, pero desinflado.