Economía y Desarrollo
Para recuperar la democracia se necesita tomar posiciones
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Actualizada:
La política se desprestigia cuándo no logra resolver los problemas de la gente. La credibilidad de los actores políticos cae al piso, y la confianza en las instituciones se desmorona.
Así, la política desmotiva, hay menos participación. La democracia pierde credibilidad y calidad. Se quedan unos pocos en búsqueda del interés y de las vanidades personales.
Los pactos 'bajo la mesa', en los que se negocian prebendas de grupo y no intereses nacionales, así como la compra y venta de votos, toman protagonismo.
La política se vuelve negocio, y la forma de mantenerlo es llamando a no confrontar, no polarizar, no dividir, permitir la gobernabilidad, cerrar el debate de ideas y dejar de lado posiciones.
Sin ideas, la política es un mercado. Los votos se acomodan al mejor postor.
La política es poder. El poder de decidir sobre la sociedad. Si la política es un mercado, es el dinero de unos el que decide sobre la vida de todos.
Una buena democracia requiere que todos participemos de la política, confrontando ideas y actores, contradiciendo, tomando posiciones.
En su informe a la Nación el Presidente de la República ha dicho que el país está muy bien. Sin embargo, su credibilidad está en el suelo.
Se ha dicho que la economía está bien, que la casa ha sido puesta en orden. Sin embargo, la pobreza aumenta y no hay fuentes de empleo.
El Ecuador requiere fortalecer la democracia, y para ello hay que asumir el debate público
¿Estamos bien? ¿Qué queremos que se haga? ¿Qué queremos que se cambie?
El pedido de revocatoria del mandato es una gran oportunidad. Es la mesa de diálogo para que el gobierno escuche a quienes no están de acuerdo ni con su accionar ni con los resultados alcanzados.
Es un mensaje para que cualquier autoridad actual y futura comprenda que ganar las elecciones no le da un cheque en blanco para hacer lo que quiera.
La democracia va más allá de elegir y ser electo, es debate y participación permanentes.
El proceso de revocatoria es un derecho de la ciudadanía, para exigir cambios al gobierno, o bien para cambiar de gobierno. Para ejercer su poder como mandante.
Se trata también de una oportunidad para el gobierno, para mejorar, enmendar y cambiar.
Una oportunidad para que el país utilice medios democráticos para resolver conflictos, en lugar de la movilización y de la paralización.
Es un mensaje para las futuras autoridades electas, de que no se puede gobernar sin escuchar a la gente.
Que se revoque el mandato a toda autoridad que miente, que incumple, que se acomoda, que vela solo por sus intereses.
Y que se sepa que se les puede destituir, que la sociedad lo va a hacer, es un gran paso para desincentivar la participación de quienes quieren el poder para su beneficio personal.
En buena hora por el pedido de revocatoria de mandato. Que se le dé paso, y se aproveche el proceso para tener una mejor democracia.
Bloquear la iniciativa, sería perder una oportunidad, y agravaría la crisis que vive el país.