Economía y Desarrollo
Reactivación económica pero desde el cambio estructural con igualdad
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
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La estructura económica de Ecuador concentra la mayor parte del empleo en sectores de baja productividad y alta informalidad.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en 2019 entre los sectores primario (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca), y el de comercio se concentraba el 53% del empleo, con un nivel de informalidad de entre el 69,08% y de 72,22%
La informalidad definida como no tener seguridad social, y que permite aproximar brechas de productividad.
En este escenario, tanto el cambio tecnológico para conseguir un aumento de la productividad en cada sector de la economía, como el cambio estructural, que implica la movilización del empleo hacia sectores de mayor productividad y con formalidad, son fundamentales para impulsar el desarrollo económico y social del país.
Este proceso debe complementarse con políticas claras de igualdad, para cerrar las brechas de género.
Por ejemplo, si bien la mayor absorción laboral se da en el sector primario de la economía tanto para hombres como para mujeres, para las segundas el porcentaje es menor (30,52% frente a 39,17% de hombres, en 2019), al igual que en el caso de la industria manufacturera (9,60% en comparación a 12,60%).
Lo que se compensa por una mayor absorción de mujeres en los sectores de comercio (21,53% frente a 14,58% de hombres) y en hoteles y restaurantes (10,32% frente a 4,38% de hombres).
La segmentación por género de las actividades económicas ubica a las mujeres en sectores de mayor informalidad, aumentando su vulnerabilidad económica.
A esto se junta al hecho de que en la mayoría de sectores la tasa de formalidad de las mujeres es menor que la de los hombres.
Otra manifestación de desigualdades se observa en la estructura laboral por grupo étnico. Existe una sobre representación de indígenas en el sector primario, que es el de menor formalidad y productividad en Ecuador, alcanzando una tasas de absorción del 79,76%, en comparación con el 32,37% de afrodescendientes y de 25,10% de mestizos.
En los sectores con mayores tasas de formalidad (administración pública, intermediación financiera y enseñanza) se observa una marcada sub representación de pueblos indígenas y afrodescendientes pues, en conjunto, estos sectores absorben al 1,49% y al 4,01% del empleo respectivamente, en comparación con los mestizos, para quienes la tasa de absorción conjunta de estos tres sectores llega al 8,93%.
En este sentido, para que la reactivación económica sea sostenible e inclusiva hay que establecer políticas que combinen el aumento de la productividad intrasectorial, desde el acceso a la tecnología y al conocimiento necesarios para su aplicación hasta el fortalecimiento de las capacidades de las personas de manera que se facilite la movilidad intersectorial.
Adicionalmente, dados los altos niveles de informalidad se necesita ampliar los instrumentos de protección social para reducir desigualdades y mitigar el riesgo de empobrecimiento, al tiempo que se promueven políticas de igualdad, basadas en la eliminación del machismo y del racismo, que generan exclusión económica y social, tanto por brechas de ingresos como por una clara segmentación poblacional en determinadas actividades económicas.