Economía y Desarrollo
¿Qué hacer frente a la delincuencia?
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
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La inseguridad y la delincuencia son uno de los principales problemas de Ecuador en este momento. La criminalidad aumenta sin que el Gobierno tenga un plan para evitarlo.
De forma populista y autoritaria, rompiendo la independencia de poderes, el Presidente señala que expondrá públicamente a aquellos jueces que considere que han actuado mal.
No sirve de nada desprestigiar a la Función Judicial, únicamente genera desconfianza y profundiza la crisis institucional.
De manera demagógica, el Presidente plantea enmendar la Constitución para que las Fuerzas Armadas participen de la seguridad interna, para evitar tener que declarar estados de excepción. De tal forma que la presencia militar en las calles sería lo normal.
En ningún lugar ha servido militarizar el país para combatir el crimen organizado. Únicamente aumenta la violencia en la calle y la corrupción en las instituciones públicas.
No hay planes ni estrategias, solo discursos para sostener que la culpa es de otros. No hay política pública, ni una comprensión de las causas que reproducen la delincuencia.
Sería bueno que el Gobierno revise buenas y malas prácticas internacionales, y que utilice evidencia para la generación de políticas públicas.
Este año se publicó en la Revista Econométrica, una de las más prestigiosas del mundo, el artículo titulado 'El efecto de la pérdida de empleo y el seguro de desempleo en la criminalidad en Brasil'.
Esta investigación muestra que la pérdida de empleo aumenta la probabilidad de cometer actos delictivos en el caso de hombres jóvenes, llevados por la falta de recursos, las limitadas oportunidades que encuentran y el estrés mental que esta situación produce.
Y encuentra que ser beneficiarios de un seguro de desempleo elimina ese efecto, porque alivia las condiciones de privación económica que provocan el cometer este tipo de acciones.
De nada sirve aumentar la seguridad cuando no hay empleo ni seguridad social, si la pobreza aumenta, y los jóvenes no tienen oportunidades.
Si queremos reducir la delincuencia hay que actuar desde la política económica y social para generar plazas de empleo y asegurar la cobertura de las necesidades básicas de la población.
Es en la pobreza, en la desesperación de la gente, en la falta de oportunidades y en la ausencia de política social, por el abandono del Estado, en donde el crimen organizado encuentra asidero para crecer.
Queremos eliminar la delincuencia, hay que decirles no a propuestas demagogas, y exigir acciones concretas para erradicar la pobreza.