Economía y Desarrollo
Y ahora ¿dónde están las verdaderas prioridades nacionales?
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
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Lenín Moreno se despide de la Presidencia con la más baja aceptación de la historia y sentenciando que hubiese querido tener un "mejor pueblo".
De esa manera, en medio de la mayor crisis económica que se haya registrado en el país, con un proceso de vacunación para Covid-19 ineficiente y viciado de corrupción y un Plan de Desarrollo claramente incumplido, la culpa ya no es sólo del gobierno que lo antecedió, ahora es de todas y todos.
Que nadie se confunda. Fue el Gobierno el que permitió que se redujera la jornada de trabajo y que se congelara el salario básico.
El gobierno es el que subió el precio de la gasolina y del diesel, y que ante protestas de transportistas autorizó subir el costo de los pasajes.
Fue el Gobierno el que permitió que se redujera la jornada de trabajo y que se congelara el salario básico.
Es desde el Gobierno, además, que se impulsa el incremento de la tasa para créditos de vivienda de interés público y, así mismo, que se permite que suba el precio del pan.
Por su parte, la Asamblea que termina también con muy baja credibilidad, será reemplazada este viernes por una nueva, que tampoco empieza ubicando prioridades.
En las negociaciones para designar a las nuevas autoridades de la Asamblea se prioriza hablar de la persecución política, de unos políticos contra otros; de cómo quieren que unos políticos designen autoridades de control; y de que político quieren que brille más que otro.
Es indispensable que la nueva Asamblea, que se posesiona en 14 de mayo, y que el nuevo Gobierno que entra en funciones en 24 del mismo mes, no repliquen las malas prácticas políticas de buscar control e imposición, y se centren en establecer y trabajar en función de prioridades nacionales para el desarrollo.
Las prioridades son claras: la vacunación para Covid-19, fortalecer la red pública integral de salud, eliminar barreras de acceso a educación (incluyendo conectividad), devolver la jornada completa de trabajo y garantizar condiciones de empleo dignas, fomentar la productividad a través de la transformación tecnológica inclusiva, encaminar al país hacia un modelo de desarrollo sustentable, erradicar las pobrezas y reducir las desigualdades.
Que no sea una vez más, como se ha hecho costumbre en la historia república del Ecuador: "el último día del despotismo y primero de lo mismo".