Cuatro conclusiones sobre los números del Presidente Noboa

La empresa encuestadora Comunicaliza (la que más se acercó a los resultados finales de las últimas elecciones -dicho sea de paso-), hizo públicos, el pasado 20 de enero, los números del presidente Noboa luego del decreto que declara conflicto armado interno y la lucha contra los grupos de delincuencia organizada.

Más allá de lo evidente (el gran apoyo con el que cuenta), voy a señalar cinco conclusiones que los estrategas políticos vemos cuando recibimos esta clase de información.

1. El liderazgo de Noboa

Si alguien tenía dudas sobre el nuevo estilo de liderazgo del Presidente Noboa, pues estas pueden irse disipando paulatinamente. Esto demostró que se puede tener un liderazgo nuevo, menos vertical y autoritario, menos centrado absolutamente en la figura del mandatario, menos controlador y con menos estado de propaganda.

La gente, lo dicen las cifras, ha comprado este estilo si se quiere más retraído, menos comunicativo, de menos minutos, con el solo pedido de que del otro lado se haga algo fundamental: se tomen decisiones y estas den resultados. Punto. 

2. Los rounds políticos

Los 'rounds' políticos que ha librado Daniel Noboa con diferentes actores (grandes y menores) del quehacer político de Ecuador, no le han significado perder medio punto de popularidad.

Esto ratifica una tesis que vengo sosteniendo desde hace un tiempo ya: mientras el círculo rojo (el grupo de gente informada de la política nacional), los medios de comunicación tradicionales y la red social política por excelencia, X (antes Twitter), van por un camino, tienen ciertas preocupaciones, trazan su línea editorial, hacen sus campañas utilizando troll centers en muchos casos, al pueblo le importan muchísimo más temas urgentes (seguridad, empleo, salud…) y cada vez se aleja más del conflicto, la coyuntura y el fango tuitero nacional. 

3. Los números de Noboa

3.- No sólo que los números son, por el momento, excelentes (80% entre bien y muy bien de calificación) sino que además tiene algo que se debe ver y dar igual importancia: unos negativos bajísimos (no llegan al 9%) lo que quiere decir que encima tiene algún lugar donde crecer todavía más. Y este tema de los negativos no es menor, puesto que hay otros actores que tienen (no iguales ni de cerca) pero altos números de popularidad y, sin embargo, tienen también altísimos índices de negativos.

Esto significa dos cosas:

i) que siempre que entran en escena polarizan el electorado, siembran discordia y crean bandos violentos de ataque y defensa y

ii) que evidentemente esto hace que tengan un techo y eso les haga perder elección tras elección. La gente va entendiendo que la polarización es un artificio para tener zombies y no partidarios.

4. Resultados uniformes

Cuando uno cruza absolutamente todas las variables de la encuesta (grupo etario, nivel socioeconómico, zona geográfica, área urbana o rural) los resultados son prácticamente uniformes (cerca del 80% de aceptación en cada uno), lo que presenta varias sorpresas:

i) ya no son sólo los jóvenes el ejército que apoya o está detrás del liderazgo de Noboa, hoy tiene adeptos en todas las edades.

ii) Lugares como Manabí, que suelen ser bastión de otra fuerza política, esta vez ha mostrado (como nunca) una adhesión muy grande al Presidente (cerca del 70%)

iii) las herramientas de comunicación al ver el apoyo en lo urbano y rural se desmitifican: no sólo son los TikTok o los BTL (el muñeco de cartón) lo que le está llegando a la gente, hay algo más que sólo una encuesta cuali nos lo podría responder. 

Evidentemente, hay verdades de Perogrullo que me podrán esgrimir: que es muy corto el tiempo todavía, que ha tenido una coyuntura favorable en lo político, pues, aún no recibe ataques feroces de otros candidatos y la Asamblea, pero hay algo, en cambio, que no se puede ocultar: es imposible subestimar a Noboa. Ya pasó y miren cómo terminó la historia. Ojo.