Columnista Invitado
Por qué votar sí en el referendo
Luis Alberto Elizalde Yulee, es arquitecto, cocinero y escritor.
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Porque es votar no a Correa.
Así de simple. En el referendo (consulta popular) improvisado por el gobierno de Guillermo Lasso, lo importante no es el contenido ni pertinencia de las preguntas, tampoco es que muchos quieran convertirla en un plebiscito para que sus decepcionados electores le envíen un mensaje de desaprobación y añadirle un clavo más a la cruz que carga.
Algunos escépticos y desconfiados ciudadanos piensan que es una farsa y un conejo que había que sacar del sombrero para crear una ilusión y distraer al público, al pueblo convertido en espectador impotente del desmadre a su alrededor. Y puede que tengan razón, pero eso no es lo importante.
No importa si esta consulta tardía es sincera o no, ni si va a cambiar al país. Las respuestas afirmativas regirán legalmente para mañana y no arreglarán los problemas de hoy.
Lo que tiene trascendencia es evitar el regreso del legado correísta: la corrupción desenfrenada e impune, el despilfarro de fondos públicos, el autoritarismo y abuso del poder mediante la persecución judicial y mediática, la desinformación y la polarización de la opinión pública, la desinstitucionalización de la democracia y la cooptación de los poderes republicanos para perpetuarse en el poder.
La permisividad con el narcotráfico y la guerrilla, a través del debilitamiento de las fuerzas armadas y sus códigos de autoridad, especialmente contra la Policía Nacional luego del fallido autosecuestro presidencial del 30 de septiembre de 2010, limitando sus recursos, degradando la moral y decapitando la oficialidad, con las consecuencias que hoy presenciamos.
Por eso, esta consulta es una oportunidad para enviar un mensaje de rechazo a quien gobernó por una década, desaprovechando la mayor bonanza económica en la historia del país, y que permitió, con sus acciones, la descomposición moral de la Nación.
Hay banderas falsas, verdaderas y banderines, cada quien tiene derecho a escoger la suya. Pero no nos confundamos. Más allá de las preguntas y de su utilidad real, lo que se está consultando es si con Rafael Correa estaremos mejor que con Guillermo Lasso.
El anti-lassismo, que antes se vistió de anti-morenismo, y trató de convencer al electorado que era “el peor gobierno de la historia”, peor que el verdeflex, parece utilizar el mismo discurso ahora contra el Gobierno actual, con mucho éxito.
Es indiferente si es con buena o mala intención, porque un resultado mayoritariamente negativo a las propuestas de la consulta solo debilita al Gobierno y beneficia al correísmo y a los bárbaros que no reconocen la Nación.
No nos engañemos con eufemismos.
Este Gobierno es lo que vemos y padecemos y ojalá mejore, ya habrá momento para seguir llamando su atención sobre los desaciertos, pero sigue siendo preferible a la alternativa socialista populista o la indigenista mariateguista.
Por eso, votar sí, es votar no frente a Correa…