El indiscreto encanto de la política
¿Por qué la popularidad de Daniel Noboa se desplomó 11 puntos en 42 días?
Catedrático universitario, comunicador y analista político. Máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca.
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La encuestadora Perfiles de Opinión reveló que la aprobación del presidente Daniel Noboa, al 4 de marzo, registró una valoración positiva del 74,05% en el país. En otras palabras, 7 de cada 10 ecuatorianos consideraban hasta esa fecha que la gestión del Gobierno era ‘buena’ o ‘muy buena’.
Sin embargo, en el mismo informe se señala que la popularidad de Noboa, al 22 de enero, había alcanzado un tope de 85,47%.
Es decir, en solo 42 días, la aceptación del mandatario cayó 11,42 puntos, dato que sin duda encendió las alarmas en Carondelet.
¿Cómo pudo la imagen del presidente más popular de Sudamérica (según CB Consultora) desplomarse de esa manera? Varios elementos para el análisis.
- La natural ilusión que provoca el inicio de un nuevo Gobierno empieza a desvanecerse. Si bien todavía hay expectativa por lo que Noboa pueda hacer en su mandato, los indicadores económicos y de empleo no han mejorado; la falta de dinero se agudiza en los hogares y migrar fuera del país sigue siendo un tema de discusión en el seno de las familias.
- A pesar de que las declaratorias de conflicto armado interno y estado de excepción han sido ampliamente respaldadas por los ciudadanos, la disminución de delitos no ha sido tan significativa como la gente esperaba. Incluso, en provincias como Los Ríos, Orellana, Cañar, entre otras, las muertes violentas se han incrementado.
- El presidente no cuenta con un gabinete sólido para delegar vocerías, resolver conflictos o, simplemente, "quemar fusibles". De hecho, algunos ministros solo han contribuido con comentarios desafortunados y contradicciones. En la práctica, Noboa está asumiendo todo el peso del Gobierno.
Además de lo señalado, para el mes de abril, Noboa y su equipo tendrán que demostrar todas sus habilidades políticas y comunicacionales para enfrentar diferentes desafíos.
El 1 de abril, el IVA subirá al 15%. El equipo presidencial tendrá que diseñar una estrategia para mitigar el impacto negativo de esta medida económica que, según el mismo estudio de Perfiles de Opinión, registra un rechazo en 8 de cada 10 ecuatorianos.
Siete días después, el 8 de abril, terminará el estado de excepción vigente desde enero. Este será un hito para la evaluación de las acciones realizadas y, sobre todo, una suerte de rendición de cuentas acerca de los logros alcanzados. Si el indicador de delitos sigue escalando como en los últimos días, las cifras del informe pueden perjudicar la imagen del Ejecutivo.
A día siguiente, el 9 de abril, a menos que se encuentre algún camino constitucional no contemplado, el Gobierno enfrentará el conflicto armado interno y la delincuencia común sin varias de las herramientas legales que otorga el estado de excepción. Con menos margen de maniobra será más difícil dar mejores resultados.
Por otra parte, si bien el relato de la seguridad es potente, esta agenda comienza a agotarse y los problemas habituales regresan a la discusión ante la falta de claridad sobre el futuro del país.
De hecho, en calles y redes sociales ya emerge una corriente de reclamos de juntas parroquiales, municipios y prefecturas que no reciben sus transferencias pendientes; por ende, estos GAD no pueden cubrir sus más elementales gastos como sueldos, prestaciones y pago a proveedores.
"Lo realmente importante no es llegar a la cima; sino saber mantenerse en ella", advertía durante el romanticismo el dramaturgo francés Alfred de Musset. La popularidad de Noboa creció exponencialmente por una coyuntura muy particular de violencia que él enfrentó con acciones duras y oportunas.
No obstante, si no traza una impecable línea de estrategia, con la misma velocidad con la que su aprobación despegó, puede desplomarse.
La popularidad es un capital valioso, pero sumamente frágil.