Efecto Mariposa
¿Los pobres trabajan?
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
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Los pobres son pobres porque quieren. Esa frase comúnmente está asociada a la idea de que a las personas que viven en condición de pobreza no les gusta trabajar.
Siguiendo esa lógica, también se podría decir que quienes tienen dinero es porque son trabajadores incansables.
No obstante, datos de algunos países sugieren que estos argumentos no necesariamente son ciertos. En otras palabras, ricos y pobres trabajan, incluso, en algunos casos, los pudientes trabajan menos horas que las personas que viven en desventaja económica.
Para saber qué sucede en Ecuador, analicé datos de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), publicada por el INEC en 2021.
Entre los ecuatorianos que tienen un trabajo a tiempo completo, los datos sugieren que no hay diferencias entre las personas pobres y las no pobres: en promedio, todas trabajan 45 horas a la semana.
Quienes viven en condiciones de pobreza, y trabajan menos de 40 horas semanales, mencionan que las principales razones para no trabajar a tiempo completo son:
- Porque sus trabajos así lo exigen (36%).
- No pueden conseguir otro trabajo (18%).
- No logran obtener más trabajo (14%).
- Porque no lo desean o no lo necesitan (8%).
Así, solo un porcentaje mínimo manifiesta que, a pesar de ser pobre, no desea trabajar más. También, entre los no pobres, el 10% manifiesta que no trabaja más porque no tiene voluntad.
Entre todos los que trabajan, el 95 % manifiesta que quisiera trabajar más, tanto en pobres como en no pobres.
Analizando únicamente el grupo de los que trabajan menos de 40 horas, quienes no son pobres y trabajan menos de 40 horas, en media, desearían trabajar 18 horas más, mientras que las personas pobres aspirarían a trabajar 20 horas más.
Quienes reciben el Bono de Desarrollo Humano trabajan, en promedio, 26 horas y también manifiestan que desearían trabajar más tiempo.
A partir de estas cifras surgen algunas reflexiones.
Primero, si, en promedio, todos los que están ocupados trabajan las mismas horas, ¿por qué los pobres siguen siendo pobres?
La respuesta es simple: el salario. Y, como ya todos sabemos, este está determinado por el nivel de educación.
Según los datos de la encuesta, en promedio, quienes tienen estudios de postgrado ganan mensualmente USD 1.429, mientras que quienes terminaron la secundaria ganan un sueldo promedio de USD 453.
Después, las diferencias en el salario no vienen dadas por las horas o la intensidad del trabajo. Tomando a dos personas que trabajan 50 horas, pero que tienen distinto nivel de educación, la diferencia del salario viene dada por este factor, mas no por las horas dedicadas al trabajo.
También, las horas de trabajo están relacionadas con el nivel de instrucción. Quienes tienen estudios de postgrado trabajan en promedio 40 horas y no desearían trabajar más tiempo.
A medida que los años de educación disminuyen, también lo hacen las horas de trabajo semanal: quienes tienen estudios universitarios trabajan en media 37 horas a la semana, mientras que quienes terminaron el colegio o la escuela, trabajan 36 y 31 horas, respectivamente.
A diferencia del grupo de quienes tienen estudios de postgrado, todas estas personas manifiestan que desearían trabajar más horas.
No se puede reducir la discusión de la pobreza a la falta de ganas de trabajar de las personas pobres. Por los datos, parece que no es la voluntad de trabajar la que falta. Sin embargo, sí faltan condiciones para que las personas puedan acceder a un trabajo decente, con salarios justos y con todos los beneficios y derechos de ley.
Si el país no ofrece oportunidades de trabajo decentes, no podemos hablar de una sociedad justa. Tampoco podemos seguir afirmando que los pobres son pobres porque no trabajan; esto no tiene sustento, es un mito.
Esta columna es a propósito del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se conmemoró el 17 de octubre.