Contrapunto
Los planetas, una excentricidad del inglés Gustav Holst
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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No son más de tres los músicos ingleses que alcanzaron la fama y la gloria en el ámbito de la exigente música académica, entre ellos destaca Gustav Holst (1874-1934) que, con una sola obra, 'Los planetas', logró el reconocimiento universal.
Pero, al igual que Ravel con su Bolero, las demás obras, que no son pocas, resultan desconocidas para la mayoría. De hecho, 'Los planetas' está clasificada en el opus 32 y fue escrita entre 1914 y 1916, es decir, en plena Primera Guerra Mundial o Gran Guerra.
Se trata de una suite orquestal (o para gran orquesta, tal como reza el subtítulo) escrita en siete movimientos, equivalentes a los siete planetas que se conocían hasta entonces, pero excluyendo a la Tierra.
El primero fue Marte, concebido como el portador de la guerra.
Plutón fue descubierto en 1930, cuando Holst aún vivía, pero no se interesó en musicalizarlo. Hizo bien, porque en 2006 fue considerado un planeta enano por la Unión Astronómica Internacional.
El tercero, Mercurio, fue el único movimiento escrito y musicalizado por Holst en 1917, todos los demás fueron concluidos por los que en la época se denominaban amanuenses, o sea, músicos que escribían las partituras con las indicaciones del autor.
¿Por qué? Porque Holst sufría de una neuritis en su brazo derecho, lo cual le impedía dibujar las notas sobre el pentagrama.
Algunos movimientos los escribió para piano y los amanuenses versados en música los readaptaron para orquesta.
No es música de programa o programática, se encargó de aclarar Holst a los críticos. La explicación de los siete movimientos corresponde al autor de la obra:
1. Marte, el que trae o el que es portador de la guerra.
2. Venus, que trae la paz.
3. Mercurio, el mensajero alado.
4. Júpiter, el que trae la alegría.
5. Saturno, el que trae la vejez.
6. Urano, el mago.
7. Neptuno, el místico.
Desde muy niño, dedicado a la música, por su enfermedad no podía escribir grandes estructuras musicales como sinfonías, lo cual confirma que esa es la razón para componer una suite como 'Los planetas' que no están enlazados entre sí.
Sin embargo, esta obra para gran orquesta requiere de muchos más instrumentos y músicos para interpretarla. Por ejemplo, una percusión con bombo, batería, platillos, triángulos, tambor militar, pandereta, gong, campanas, xilófono y glockenspiel.
Algunos musicólogos sostienen que la inspiración de Holst pudo ser las 'Cinco piezas para orquesta', de Arnold Schoenberg que, como dijimos en un anterior artículo, fue el precursor de la música atonal.
En las biografías acerca de la vida y obra de Holst se dice que era un estudioso de la astronomía, de las estrellas y de los planetas; además, le llamaba mucho la atención el hinduismo.
Una sugerencia para quienes no han escuchado esta composición musical es que vayan a la cuarta obra, 'Júpiter' (que trae la alegría) porque seguramente les recordará algunas películas de ciencia ficción.
Algunos musicólogos ensayan que Júpiter y Mercurio pueden ser considerados como el scherzo, voz italiana que en la composición musical o en parte de ella es un movimiento vivo y gracioso.
Los tres músicos ingleses más reconocidos mundialmente fueron Edward Elgar (1857-1934), Ralph Vaughan Williams (1872-1958) y Gustav Holst.