Contrapunto
El pianista Boris Cepeda saluda a los lectores de Primicias
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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Querido público quiteño:
Los invito muy cordialmente a mi recital de piano el martes 24 de marzo, y al concierto de homenaje a Beethoven junto a la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE), el viernes 27 de marzo en la Casa de la Música a las 20:00 horas, respectivamente.
El programa del recital del 24 incluye el ciclo completo de los 12 Estudios para piano de Frédéric Chopin, la Sonata Claro de Luna de Beethoven, Sevilla, Granada y Asturias de la Suite Española op. 47 de Isaac Albéniz y la monumental Rapsodia Española de Franz Liszt.
Será un reencuentro con ustedes luego de más de 9 años de ausencia en los escenarios del Ecuador. El concierto del viernes 27 será un reencuentro con la OSNE luego de más de 20 años, esta vez como solista y director del Concierto para piano y Orquesta op. 15 en do mayor, de Beethoven. Me alegraré mucho de darles la bienvenida con música a ambos eventos:
Boris Cepeda.
Pocas veces ocurren coincidencias tan importantes en nuestro país, como por ejemplo el recital del pianista Boris Cepeda, quien reside en Berlín desde hace varias décadas; y pocos días después su presentación como solista para tocar el hermoso concierto para piano y orquesta número 1, tal como lo señala en su saludo a los lectores de PRIMICIAS y al público quiteño que el músico tanto aprecia.
En medio de ese maravilloso y amplio repertorio preparado por Cepeda, vale la oportunidad para destacar la obra de Chopin, nacido en Zelazowa Wola, muy cerca de Varsovia, en 1810.
Chopin es considerado por muchos “el poeta de la música” debido a sus grandes virtudes mostradas desde niño, el músico fue admirado por Beethoven, Liszt, Berlioz (que no elogiaba a nadie), Mendelssohn y Schumann.
El niño prodigio, a los ocho años ya escribía sus primeras composiciones y ofrecía su primer concierto; y a los 19 era considerado como el primer pianista polaco, estrenaba su polonesa para violín y violonchelo y terminaba de escribir el primero de sus 14 valses y los denominados estudios, uno de ellos, precisamente el número 10, será interpretado por Boris Cepeda en la Casa de la Música.
Toda su obra, de un romanticismo absoluto, estuvo respaldada por el piano, pese a lo cual solo escribió dos conciertos para ese instrumento.
A los 20 años abandona un país convulsionado por guerras e invasiones y se radica en París, desde donde se desplazaría con sus polonesas, mazurcas y baladas por toda Europa. La polonesa es una forma musical que se vincula a la cultura de Polonia y la mazurca es una danza, también originaria de ese país.
En 1849, después de ofrecer su último concierto en Londres, regresa a París para morir a los 39 años y enfermo de tuberculosis.