Con Criterio Liberal
Perspectivas de la economía de Ecuador en 2023
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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Llega un año nuevo y con él hermosas tradiciones: quemar años viejos, las viudas, los fuegos artificiales… en otros lugares son las uvas y el concierto de Año Nuevo de Viena.
Y para los economistas también hay una tradición muy arraigada: La de predecir cómo será la economía en el año entrante.
Distintos economistas sacan la bola de cristal, miran los astros, escudriñan los vuelos de las aves, analizan los posos del café, echan las cartas…
Para intentar averiguar aquello que no se puede conocer, pues cómo irá la economía, va a depender de lo que hagan los actores de esa economía y de toda la humanidad.
A pesar de que casi todos los organismos económicos hacen estas predicciones cada año, La CEPAL, el FMI, la OCDE, el Banco Central… eso no quiere decir que necesariamente que acierten, ni que se pueda hacer.
Pero yo, su humilde servidor, no quiero ser menos, y voy a dedicar esta columna a decir algo sobre cómo preveo la economía de Ecuador en 2023.
Lo primero, lo evidente: no se pueden esperar resultados distintos si se hace lo mismo.
Y no parece que vaya a cambiar a mejor nada sustancial en la economía ecuatoriana.
Ni se habla ya de ninguna reforma estructural, como la laboral, la fiscal, la ley de inversión o una apertura comercial.
Por tanto, a nivel interno, todo seguirá más o menos igual, o peor si hay otra sublevación.
La economía internacional tampoco parece que vaya a ir especialmente bien este año, con previsiones de crecimiento muy bajas para nuestros principales mercados:
Estados Unidos (1%).
América Latina (1,3%).
China (5%).
El precio del petróleo, salvo grandes imprevistos (y en la economía global siempre hay imprevistos) no se prevé que suba mucho.
Claro, que los aciertos en las previsiones de crecimiento de los economistas son sólo equiparables a los aciertos de los horóscopos de Sagitario cuando está en fase creciente la luna.
En definitiva: No se sabe qué ocurrirá con la economía de Ecuador ni en la global en 2023.
Pero sí sabemos que no hay ni intención de hacer ningún cambio sustancial, y que la economía de Ecuador tiene un grave problema estructural, y puesto que esto no va a cambiar, nada va a mejorar mucho.
A duras penas se podrá alcanzar un crecimiento del PIB de algo menos del 3%, lo que apenas alcanzará para recuperar los niveles per cápita de 2014.
Lo que no será suficiente para crear mucho empleo formal, ni mejorar la situación de gran parte de los ciudadanos que viven por debajo de la línea de la pobreza o cerca.
Por tanto, lo que le podemos pedir a este 2023 es que, al menos, en Ecuador empecemos a hablar de las serias dificultades que tiene la economía y cómo solucionarlas, para empezar a hacer los cambios necesarios.
Para así, en el 2024 y los años siguientes, tener unas bases mucho más sólidas para el crecimiento económico.
Porque ni en la economía ni en la vida hay milagros ni soluciones fáciles a los problemas difíciles, por más deseos que le pidamos al año nuevo.
Para que mejore la economía de Ecuador, hay que cambiar mucho, y eso no se hace en un año.
Menos cuando ni siquiera hay un propósito de Año Nuevo de cambiar de verdad.