Economía y Desarrollo
Los partidos y movimientos políticos están en deuda con el país
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
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Ecuador vive una crisis de institucionalidad. La clase política es incapaz de proponer un proyecto que genere cohesión y oriente a la sociedad hacia un modelo de desarrollo que emocione y movilice.
El Gobierno y la Asamblea Nacional tienen niveles muy bajos de aceptación y credibilidad. No responden a las necesidades de la gente, sino a vanidades e intereses individuales y de sus grupos cercanos.
Las candidaturas para las elecciones seccionales completan la imagen de la degradación que ha sufrido la política en el país.
Los movimientos y partidos políticos escogen candidatos por fuera de sus miembros, personajes con ideología diferente a la que dicen representar, y su militancia no es incluida para la toma de decisiones
Los movimientos y partidos políticos están lejos de contar con, lo que Rodrigo Borja, señala como elementos fundamentales de un partido político: promulgar una ideología política, promover un programa de gobierno, y sostener organización y formación.
Para mejorar la democracia es necesario mejorar la regulación de movimientos y partidos políticos.
Es necesario exigir alternancia en su dirigencia, paridad de género y mayor presencia de jóvenes; garantizar procesos de primarias abiertas; asegurar procesos de formación.
Así como controlar el cumplimiento de sus postulados ideológicos y programáticos; limitar el financiamiento privado de campañas políticas, y fiscalizarlo con mayor rigurosidad.
Además, se debe limitar el número de movimientos y partidos, aumentando el porcentaje mínimo de votos que deben obtener en cada proceso electoral para mantener su vigencia.
Y reglamentar la participación política de las personas que se separan o son separadas del movimiento o partido que las auspició, una vez que asumen un cargo de representación, y de aquellas que cambian de tienda política en cada elección.
Los movimientos y partidos políticos son indispensables para una buena democracia.
Lamentablemente, los actuales son tan malos, como lo es su actuación en la Asamblea Nacional, y lo son las pugnas internas en las que se la pasan.