Dato y Relato
Partida de caballos, parada de burros
Ph.D. en Economía Universidad de Boston, secretario general del FLAR y docente de la UDLA. Ex gerente general del Banco Central y exministro de finanzas de Ecuador, y alto funcionario de CAF y BID.
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El FMI redujo su pronóstico de crecimiento de la economía mundial en 2022 a 4,4%. Hace apenas tres meses había calculado una expansión de 4,9%.
Esta reversión algo repentina viene luego de la histórica contracción de -3,1% en 2020, por la crisis del Covid, y un rebote de 5,9% en 2021, que lucía esperanzador. Las correcciones más significativas se dieron en las economías más grandes del mundo: China y Estados Unidos.
La visión del Fondo para América Latina es incluso más sombría, con un crecimiento de apenas 2,4% para este año, luego de haber pronosticado un 3%.
La región fue la más golpeada por la crisis de la pandemia con una caída de -6,9% en 2020. Su recuperación en 2021 fue prometedora, 6,8%, y se esperaba que en 2022 continuara la senda de la reactivación para pronto volver a los niveles de ingreso previos a la pandemia.
Sin embargo, con estas cifras, parecería que el rebote económico del año pasado habría sido una ilusión estadística y que la rápida partida de caballos estaría terminando en una parada de burros. El panorama para 2023 no luce muy distinto, con una tasa de crecimiento regional estimada de 2,6%.
El FMI atribuye estas perspectivas oscuras al impacto de ómicron y a las medidas de confinamiento que varios países han implementado para evitar más contagios. Otro factor es la persistencia de los problemas en la cadena de suministros y el aumento de los costos de la energía y del transporte, que están afectando la oferta productiva.
A ello se suman las presiones inflacionarias y las expectativas de incremento de las tasas de interés que están inquietando a los mercados financieros, así como a países y empresas sobre endeudadas.
De hecho, enero ha sido uno de los meses con mayor volatilidad financiera y nerviosismo entre los agentes económicos, que están a la espera de las decisiones del Banco de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos.
La geopolítica internacional se ha complicado por las tensiones entre Rusia y Estados Unidos alrededor de Ucrania. Por su parte, América Latina enfrenta una coyuntura política cambiante, con algunos países que están inaugurando nuevos gobiernos, como Chile, y otros que se aprestan a tener elecciones presidenciales, como Brasil, Colombia y Costa Rica.
El panorama en la región es heterogéneo. Se estima que en países como Panamá, República Dominicana, Perú y Colombia el crecimiento supere al promedio latinoamericano, tanto en 2021 como el esperado en 2022.
En el extremo de los rezagados, destaca el caso de Brasil, que estaría prácticamente estancado en este año con un crecimiento de apenas 0,3%.
Ecuador habría cerrado 2021 con un crecimiento de alrededor del 4%, más alto que el previsto anteriormente, pero inferior al promedio regional. Para 2022, se espera un crecimiento de 3%, superior al de América Latina, pero insuficiente para recuperar los niveles prepandemia.
Los latinoamericanos apenas se están recuperando de la pandemia, que dejó mucha enfermedad, desempleo, pobreza y desigualdad. En 2022 estarán enfrentando un año de mucha incertidumbre.