El indiscreto encanto de la política
Panorama global para 2020
Catedrático universitario, comunicador y analista político. Máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca.
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En el mundo, 2019 fue un año de protestas ciudadanas, de rechazo electoral a las figuras oficialistas y de profundización de un sistema internacional multipolar.
Con este antecedente, hacemos un repaso de los posibles escenarios políticos para este 2020 de las principales regiones y países que marcan la agenda global.
Estados Unidos vivirá un agitado año electoral. El presidente Trump tiene buenas posibilidades de ser reelegido, pero tendrá que enfrentar la campaña con un proceso de 'impeachment' a cuestas.
El crecimiento del empleo y la estabilización de la economía serán sus principales cartas de presentación; no obstante, el aumento de la participación electoral de las minorías y de los jóvenes le juegan en contra. Desde el bando demócrata, todo indica que Joe Biden será el nominado.
Pero los desafíos más fuertes de Estados Unidos están en la política exterior. A más del conflicto comercial con China, siguen en agenda la guerra en Afganistán y las tensiones con Irán. Las decisión de retirarse de Siria también ha generado incomodidad con la Unión Europea y, últimamente, el gobierno estadounidense se ha enemistado con Rusia y Turquía.
Finalmente, el tema nuclear norcoreano sigue vigente, pues no se ha concretado nada desde aquellas amistosas -y mediáticas- reuniones de 2019.
China continuará agresivamente su camino hacia el liderazgo mundial. Para 2020 se anuncia la exitosa finalización de su programa espacial, que incluye una ‘luna artificial’; la segunda fase del programa 'Made in China 2025', que busca posicionar al país como el líder de tecnologías más avanzadas; y la continuación de su proyecto expansionista de la Nueva Ruta de la Seda.
No obstante, el trayecto hacia la hegemonía global presenta varios obstáculos: su economía crece a mínimos históricos, el conflicto comercial con Estados Unidos todavía no está resuelto, Europa tiene recelo de seguir abriéndole más puertas y las protestas en Hong Kong continuarán. Incluso, la trampa de la renta media y el descontento con el sistema autoritario podrían revivir el fantasma de Tiananmen.
Las violentas protestas ciudadanas y los resultados electorales de 2019 nos dejan para este año un clima de incertidumbre en América Latina. El 26 de abril se celebrará el plebiscito constitucional en Chile, que podría incluso cambiar el modelo económico vigente. Y ese resultado, sin duda, incidirá en la agenda política de la región.
Bolivia celebrará nuevamente elecciones presidenciales. Evo Morales ya ha anunciado la participación de su movimiento, mientras que la oposición hasta el momento se presenta peligrosamente fragmentada.
Bolsonaro seguirá gobernando Brasil bajo su ideario de Dios, las armas, el orden y la seguridad, con miras a su reelección en 2022.
En Colombia, Iván Duque tendrá que estar alerta frente a los grupos ilegales que, en varias ocasiones, han amenazado con reactivarse. Argentina enfrenta un gran reto: cumplir con el estado de bienestar ofrecido, pero sin contar con los recursos que sí tuvo el kirchnerismo durante la época del boom de las materias primas.
La diáspora venezolana ya es la peor crisis migratoria del mundo. Peor que la de Siria: en número de desplazados y, sobre todo, porque no se cuenta con el apoyo y cooperación para acoger a los desplazados venezolanos. Sin embargo, para este año no se avizoran mayores cambios. Maduro aguantó el mejor momento de la rebeldía de Guaidó y el bloque antichavista empieza a fraccionarse.
En Europa, el foco principal está en Londres. El excéntrico ‘premier’, Boris Johnson no dará pie atrás en su cruzada de liberar al Reino Unido del control de la Unión Europea; por lo que, si nada extraño pasa, el 31 de enero empieza el brexit.
Por otra parte, las relaciones entre los dos líderes de la Unión Europea seguirán tensas: el gobierno alemán no tolera a Macron. El presidente francés ha sido crítico con el rol actual de la OTAN e incluso ha expresado su intención de abrirse al diálogo con Rusia. Dos circunstancias que por lo menos incomodan a Angela Merkel. En el fondo, el francés busca ocupar los espacios de liderazgo internacional abandonados por Trump.
La agresiva política exterior de Putin se va a moderar. La agenda internacional de la Federación Rusa durante 2019 fue bastante agitada, con importantes victorias diplomáticas como las de Siria y Ucrania.
Sin embargo, entre los ciudadanos rusos empieza a crecer el descontento por la situación económica y la política autoritaria del país; por lo que gran parte de los recursos otrora destinados a las aventuras internacionales de Putin hoy tienen que canalizarse a mejorar la calidad de vida de los rusos.