Leyenda Urbana
Pandora enloquece a los asambleístas de todas las bancadas
Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
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Los 'Pandora Papers' son el pretexto que faltaba para que quiénes se hicieron con la dirección de la Asamblea Nacional y el control de las comisiones legislativas permanentes, y aquellos que se quedaron por fuera, se reencuentren con un objetivo común: el derrumbe del Gobierno de Guillermo Lasso.
Cuando más débil estaba la Asamblea, acosada por sus propios yerros y las trapacerías de alguno de sus integrantes, que cobran coimas y cargan a cuestas cuantiosas glosas confirmadas, hoy se muestra poderosa y desafiante.
Los legisladores se aprestan a encender el debate, hasta convertir a las curules en campo de batalla donde se embestirán, como carneros, con el reducido bloque oficialista.
Así de grave es lo que está pasando en la Legislatura, aunque no quieran admitirlo quienes desconocen los entresijos de la política nacional; o aquellos que prefieren hacerse los desentendidos, incrédulos porque el país está, otra vez, en un abismo democrático.
La trama ha sido urdida con una habilidad digna de mejor suerte, porque no se ha visto esfuerzo parecido para encontrar salidas a las difíciles condiciones económicas y sociales; pero sí para saltarle a la yugular al mandatario.
Comenzó por la filtración de los 'Pandora Papers', del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICJ), que nombra al presidente Guillermo Lasso, por una transferencia de acciones y activos de entidades panameñas a dos fideicomisos en Dakota del Sur (Estados Unidos).
Tan eufórica se puso la oposición, que no atinó a reaccionar, porque quien mueve los hilos de esta suerte de nueva mayoría legislativa, primero se concentró en echar veneno contra el mandatario, por Twitter, desde Bélgica, demostrando que, por su cinismo, ya no puede con su alma.
Pero la estrategia les ha funcionado, hasta hoy.
El primer logro ha sido arrancharle la investigación a la Comisión de Fiscalización y Control Social, que preside Fernando Villavicencio, para entregarla a la de Garantías Constitucionales, Derechos Humanos, Derechos Colectivos y la Interculturalidad, que preside Fernando Cabascango, de Pachakutik.
La propuesta de cambio del orden del día, para conocer el tema, provino de Ronny Aleaga de UNES, y tuvo 105 votos a favor, aunque ello implique desnaturalizar la razón de ser de la Comisión de Fiscalización, que ha demostrado eficacia.
En la resolución se apeló a la Ley Orgánica de la Función Legislativa, porque el caso se considera un hecho de gran interés ciudadano "que ha generado seria conmoción social".
Así, el escenario está montado; habrá comparecencias y, de seguro, el Presidente Lasso será convocado a la Comisión, que tiene 30 días para presentar un informe al Pleno.
Serán días trepidantes porque todos querrán lucirse, mientras que el margen de maniobra del Ejecutivo es mínimo, ya que la mayoría se ha juntado en su contra.
¿Qué informe hará una comisión conformada por legisladores de Pachakutik, el correísmo y el Partido Social Cristiano (PSC) y en la que CREO no tiene representante?
Se trata de una Comisión al mando de Fernando Cabascango quien califica a octubre 2019 como "glorioso".
¿Qué margen de maniobra tiene el primer mandatario para evitar un probable juicio político, que parecería ser lo que buscan algunos?
Un acercamiento al PSC, que tiene la sangre en el ojo, desde que le soltó la mano, en mayo, luego de haber trabajado en la campaña y ganado las elecciones con ellos, luce imposible.
Con Izquierda Democrática (ID) tampoco habría probabilidades, luego de que firmara un documento junto al PSC, Pachakutik y UNES desafiando a Lasso a llamar a consulta popular, después de que el CAL devolviera la 'megaley' de Creación de Oportunidades.
Con el correísmo, cuyo único objetivo es tener una Comisión de la Verdad, y deshacer sentencias de presos y prófugos que saquearon al país, es impensable, incluso, si se apela al asesor político más célebre de todos los tiempos, Nicolás Maquiavelo, quien en 'El príncipe' escribió no solo cómo hacerse del poder, sino como conservarlo, concluyendo que "solo el resultado justifica la acción"; o sea, que el fin justicia los medios.
La experiencia de un acuerdo con Pachakutik para elegir autoridades legislativas no ha podido ser más decepcionante. Sería necio confiar, nuevamente, en ellos.
Por si fuera poco, Carondelet tiene un déficit de comunicación que fastidia, porque refleja un desenfoque de quienes se creen estrategas.
Es un dislate contratar influencers que saturen redes, cuando lo que les falta es pedagogía y territorio.
El mundo político no está solo en las redes, sino en las calles.
Al bloqueo de la Asamblea hay que sumar los disparos, aunque con carabina de feria, de dos excandidatos presidenciales; Andrés Arauz, quien pide la renuncia de Lasso, y Yaku Pérez que quiere una investigación penal de la Fiscalía. Pueda que no den en el blanco, pero hacen el ruido político.
La estrategia de desgate es nutrida, también, por francotiradores como el ex asambleísta Luis Fernando Torres (PSC) quien el domingo escribió, en Twitter, a propósito del discurso de Lasso, en Guayaquil, que "para el Gobierno ha comenzado la cuenta regresiva".
La historia de los 'Pandora Papers' está por ser escrita, pero en democracia lo que cuentan son los votos, y en la Asamblea el Gobierno tiene menos de 30 de los 137 legisladores.
¿Se jugará con una consulta popular o usará la ruleta rusa de la muerte cruzada, con la que podría cometer suicidio político, junto a muchos asambleístas que jamás volverían a ser elegidos?
La mitología griega dice que la esperanza es lo único que quedó cuando Pandora abrió la caja y salieron todos los males del mundo.
Ojalá los asambleístas, enloquecidos con los 'Pandora Papers', hagan una investigación honrada y no dejen escapar la democracia de Ecuador.