Columnista invitada
Océanos vivos: Francia y Ecuador navegan hacia una bioeconomía azul
Representante de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) Ecuador
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Los océanos, auténticos tesoros de biodiversidad, desempeñan un papel crucial en la economía y el equilibrio ecológico de Ecuador. La riqueza de su costa pacífica, sus manglares y el icónico archipiélago de las Galápagos son testimonio de la abundancia y la fragilidad de estos ecosistemas marinos.
Sin embargo, a medida que la presión humana aumenta, se hace evidente la necesidad urgente de proteger y preservar nuestros océanos para las generaciones futuras.
Ecuador, como uno de los 17 países mega-diversos del mundo, se enfrenta a desafíos significativos en cuanto a la conservación de sus recursos marinos. La sobreexplotación pesquera, la falta de ordenamiento territorial costero y la contaminación amenazan la salud y la riqueza de los océanos. Es fundamental abordar estos problemas y encontrar soluciones sostenibles para garantizar la supervivencia de los ecosistemas marinos y la prosperidad de las comunidades costeras que dependen de ellos.
En respuesta a esta llamada a la acción, Francia a través de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) está trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno ecuatoriano para impulsar un modelo económico basado en el uso y aprovechamiento sostenible de los océanos, lo que se podría llamar una bioeconomía "azul", haciendo un paralelo con el trabajo que se está desarrollando en Ecuador sobre la bioeconomía terrestre vinculada a los recursos de la Amazonía.
Como parte de este esfuerzo, se está preparando un nuevo programa de financiamiento y cooperación técnica para promover las actividades productivas sostenibles y proteger los ecosistemas marinos.
Ecuador ha demostrado estos últimos meses una ambición sobre los temas de conservación marina que merece ser destacada por su ejemplaridad.
La medida más llamativa ha sido la extensión de la reserva marina de Galápagos por 60.000 km² adicionales, lo que permite formar un corredor marino continuo con Colombia, Panamá y Costa Rica para las especies que migran en este espacio marino. La operación financiera llamada "deuda contra naturaleza" que permitió aliviar la deuda del Ecuador a cambio de compromisos de acciones de conservación, en particular para prácticas de pesca más sostenible, también ha sido una acción innovadora de parte del país. Y finalmente, el plan del Gobierno de proteger las primeras 8 millas costeras del país, será una primicia mundial, que busca combinar asentamientos humanos y protección costera.
Francia, al haber sido la primera sede del One Ocean Summit en 2022, y ser la próxima sede de la Conferencia de Naciones Unidas sobre océanos en 2025, es altamente involucrada en la diplomacia azul, tanto en la protección de la alta mar, en la lucha contra la contaminación plástica, como en la conservación de los ecosistemas marinos. La Agencia Francesa de Desarrollo, como instrumento de la política francesa, acompaña en este sentido el Ecuador en su ambicioso camino por la conservación marina.
A través de un préstamo de USD 100 millones al Gobierno de Ecuador, la AFD financia la política estatal de conservación de los ecosistemas marino-costeros, transición hacia actividades pesqueras y acuícolas más sostenibles, y gobernanza del sector, en colaboración con los ministerios de Ambiente y de Producción.
Mediante un diálogo estrecho sobre la política pública se establecerán compromisos claros y medibles en la protección de los océanos con indicadores para monitorear y evaluar el progreso en la transformación del sector marino-costero.
En cuanto a la cooperación técnica, se apoyarán actividades piloto y se brindará apoyo institucional para promover la conservación marina, mejorar la vigilancia y monitoreo de las actividades pesqueras, entre otras áreas de interés.
Tanto el Gobierno de Ecuador como la AFD han demostrado su compromiso con la protección de los océanos. Ecuador se ha comprometido a conservar el 30% de los océanos para 2030, igual que todos los países firmantes del acuerdo de Montreal para la protección de la biodiversidad.
La AFD ha adoptado una estrategia "Océanos" que busca conciliar la preservación del océano con sus múltiples usos, priorizando a los más vulnerables y considerando aspectos de género, clima y biodiversidad. Es parte de su mandato de ayudar a los países con mayor biodiversidad a cumplir sus metas de conservación para preservar los bienes mundiales.
En conclusión, proteger los océanos es fundamental para el crecimiento económico, producción de alimentos, lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad. La Agencia Francesa de Desarrollo, en colaboración con el Gobierno ecuatoriano, está trabajando para promover la bioeconomía azul y garantizar la sostenibilidad de los recursos marino-costeros en Ecuador. Unir esfuerzos es necesario para lograr una gestión adecuada de los océanos y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.