Canal cero
'La obra maestra de la tiranía es la corrupción'
Doctor en Historia de la Universidad de Oxford y en Educación de la PUCE. Rector fundador y ahora profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador. Presidente del Colegio de América sede Latinoamericana.
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Juan Montalvo es uno de los grandes escritores de Ecuador y de América Latina. Y uno de los mayores insultadores. Muchos que amenazaban las libertades cayeron bajo el peso de su pluma.
En 1860, cuando García Moreno llegó al poder, le mandó una carta pidiéndole que renunciara. Le decía: "Déjeme usted hablar con claridad. Hay en usted elementos de héroe y de… suavicemos la palabra, de tirano".
El futuro 'tirano' no le hizo caso y más bien le dedicó una poesía en que se burlaba de un defecto físico del 'cosmopolita'. Pero se ganó un enemigo que lo combatió ferozmente desde el exilio y alentó su asesinato.
Como veinte años después, Montalvo escribió: "La muerte de García Moreno fue todo un acontecimiento. De su sangre debió haber brotado la libertad y de su sepulcro debieron ir fracasadas sus cadenas".
Pero no fue así. Poco tiempo después se instaló en el poder Ignacio de Veintemilla, un militarote vago y corrupto que desgobernó el país en medio de un inusitado auge económico. Tan mal fue la cosa, que el propio Montalvo llegó a declarar que extrañaba al "gran tirano", que al menos era honrado.
Veintemilla gobernó como dictador y presidente ocho largos años, desde 1876 a 1883.
Montalvo, que estuvo entre los liberales que lo apoyaron muy al principio, pronto se decepcionó y devino en su adversario.
Lo atacó sin piedad y se burló de él. Escribió en las columnas periodísticas las 'Catilinarias', como los discursos de Cicerón contra el conspirador Catilina. Se leían con avidez en los círculos políticos, en las tertulias y hasta en las cantinas. Una de ellas decía:
"Leyes… ¿para qué las quiere Ignacio de la Cuchilla? ¿Con qué derecho habéis descendido armados a estas tierras que no son vuestras?' Le dijo un romano a Breno que se presentaba en Italia blandiendo la pica de los lagos. 'Nuestro derecho lo traemos en la punta de nuestra espada', contestó el bárbaro. No le preguntemos a Ignacio Cuchilla con qué derecho está ahí mandando a su manera sin Dios ni Ley; con qué derecho está imponiendo contribuciones exorbitantes a los pueblos; con qué derecho se lleva a su gazapina las arcas públicas; con qué derecho proscribe a los patriotas, los escritores, los varones eminentes; con qué derecho manda a media noche a asesinar a los mejores; con qué derecho suprime escuelas, quita rentas a los colegios, amenaza a las universidades".
A Veintemilla le adjudicaba todos los pecados:
"Tú eres el réprobo, tú el que no ama a Dios, tú el que jura su santo nombre en vano, tú el que no santificas las fiestas con culto interno; tú el que no honra padre y madre, puesto que los deshonras con crímenes y vicios; tú el que mata con la lengua y con el puñal; tú el que miente, levanta falso testimonio; tú el que roba, roba, roba…"
Montalvo dijo sobre ese dictador una frase que, por desgracia, es una verdad hasta hoy en el Ecuador: "La obra maestra de la tiranía es la corrupción".