Análisis Económico
No hay camas suficientes, por favor quédate en casa
Director general de Perspectiva, consultora de asuntos económicos y empresariales. Docente de posgrado en macroeconomía y políticas públicas. Realiza análisis coyunturales del Ecuador para The Economist Intelligence Unit (EIU).
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El mundo enfrenta la pandemia del coronavirus. En casi todos los países el problema es el mismo. Los sistemas de salud público y privado no cuentan con la capacidad instalada para atender a todos los contagiados. No hay camas para todos.
Ecuador no es la excepción. Eso explica la dureza y la fuerte acción del Gobierno. Y si a esto se suman las dificultades económicas, peor aún.
Nuestra situación es complicada y temerosa también, debemos entenderla. Ecuador es como aquella familia pobre que no cuenta con seguro médico, que no puede pagar la consulta de un especialista, que no tiene los recursos para pagar costosas hospitalizaciones en caso de emergencia extrema, y cuya única opción es el fallido sistema de salud pública.
El problema con el coronavirus es la necesidad de equipos especializados para los casos más graves. Las afectaciones al aparato respiratorio obligan la intubación de los pacientes para proveerles oxígeno y respiración artificial en cuidados intensivos. Para los menos graves también es necesaria la hospitalización y/o el aislamiento.
Las cifras muestran la incapacidad para responder a estas emergencias en caso de un contagio masivo.
De acuerdo con las últimas cifras del Registro Estadístico de Camas y Egresos Hospitalarios (2018) elaborado todos los años por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la dotación total de camas en el Ecuador es de 29.502 unidades. Este es el total. Considera todas las especialidades, todos los servicios, sector público y privado. No hay más.
De este universo, 2.535 son para atender emergencias y solo existen 1.183 camas especializadas para cuidados intensivos. Esta es nuestra capacidad total de atención a pacientes graves y de pronóstico reservado a nivel nacional.
Pero nunca existe disponibilidad absoluta, pues siempre hay pacientes. No sería descabellado pensar que los espacios disponibles sean en verdad la mitad. De hecho, la tasa de ocupación es mayor al 60% en la mayoría de las provincias.
Algunas cifras adicionales de camas en cuidados intensivo por provincia en donde hay casos confirmados: Guayas, 357 camas; Pichincha, 334 camas; Los Ríos, 38 camas; Manabí, 75 camas; Azuay, 114 camas; y Sucumbíos, 7 camas.
Además, hay provincias como Bolívar, Zamora y Orellana en donde no existen este tipo de camas.
Por eso las medidas extremas del Gobierno son necesarias. Tan sencillo como que un contagio masivo sería imposible de cubrir. Muchos de los casos de urgencia morirían simplemente porque no hubo cama o equipo especializado para atenderlos. De hecho, es lo que sucede en la mayoría de los países afectados.
En lo económico toda esta situación empezó afectando al comercio internacional y al petróleo. Un golpe más a nuestra débil economía. Ahora se suma el impacto como consecuencia de la paralización de actividades y restricciones a la movilidad por el estado de excepción. Será muy duro. La gran mayoría en Ecuador depende del día a día. Para trabajar hay que estar saludable.
Enfrentamos algo nuevo y debemos precautelar nuestra salud y la de nuestro entorno. Derrotar esta situación depende mucho más de nosotros que del Gobierno.
El mayor esfuerzo debe venir de la sociedad, de los hogares, de las empresas, de los trabajadores. El sacrificio de médicos, policías y demás servidores públicos ya es admirable. Por favor, entiende, quédate en casa.