Con Criterio Liberal
Los nerones
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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Cuentan los historiadores que, mientras ardía Roma, el emperador Nerón tocaba el arpa en su palacio, deleitándose con los gritos de los ciudadanos espantados, que él creía que armonizaban con sus melodías.
Así, una parte de los académicos, trabajadores de la cultura e intelectuales de Ecuador son como modernos nerones, que disfrutan viendo el vandalismo y la violencia del 'paro nacional', pues sienten estar viviendo "una revolución", de las que tanto añoran de sus años de estudiantes, en su mito enfermo del marxismo.
Parecen considerar que las barricadas, las llantas quemadas, las sirenas y el caos son un 'excelente material' para crear 'su arte', que luego exhiben en exposiciones que ellos llaman comprometidas y que no son sino elegías de su añoranza adolescente de la revolución perdida.
Mientras los ciudadanos de Ecuador viven con impotencia el hecho de no poder moverse por su país debido a que algunos ejercen la violencia con fines políticos, paralizando las calles, estos modernos nerones, cómodamente instalados en sus cátedras universitarias, jalean a los incendiarios y siguen cobrando sus salarios, porque a ellos nada les cuesta todo esto.
Ellos, que dicen actuar en nombre del pueblo, no tienen en cuenta el sufrimiento de millones de trabajadores informales que no pueden salir a trabajar para ganar el jornal de cada día.
El dolor de las florícolas, que ven como se les estropea su producto y no pueden cumplir sus plazos; de los hosteleros y trabajadores del turismo rural y comunitario, que ven cómo se les anulan las reservas y pierden ingresos; de los agricultores, que no pueden acceder a los mercados, y de los consumidores.
Evidentemente, si estos académicos supiesen algo de economía o al menos tuviesen sentido común, podrían entender que si no llega la mercancía a los mercados, se reduce la oferta y aumenta el precio.
Y que es un contrasentido manifestarse contra el aumento de los precios y provocar que los precios aumenten más. Claro, si supiesen algo de economía más allá de sus teorías marxistas trasnochadas.
El objetivo de los paros es claro: indignar tanto a los ciudadanos que ellos se enfaden con el gobierno y este ceda a sus exigencias. Para ello se requiere, además de los autores materiales de los cortes y los saqueos, de unos 'intelectuales' que dirijan la ira no contra quienes cortan las vías o saquean los comercios, sino hacia el gobierno.
Como Nerón necesitó de difamadores que acusasen a los cristianos del incendio de Roma del año 64 a.C. para desviar la atención de los problemas reales de los romanos y encontrar un chivo expiatorio.
Así, los que justifican, argumentan y azuzan en redes y columnas son tan necesarios para que se cumplan los objetivos de los subversivos como los mismos peones que están en las calles.
Han sido decenas de estos 'nerones' quienes han firmado un manifiesto que da vergüenza por el lamentable nivel de la redacción y de la argumentación, que no son sino los mismos clichés y consignas que lleva repitiendo 60 años la extrema izquierda en América Latina.
Pero es que es aún peor, cínicos como Nerón, ellos siguen negando la evidencia, que en Ecuador hay una sublevación violenta, y no "el legítimo derecho a la protesta".
La democracia, entendida como el gobierno del presidente legítimamente elegido en las urnas, está en peligro en Ecuador.
Y está siendo amenazada por algunos intelectuales que legitiman con su supuesto prestigio un golpe de Estado, pues enfermos de ideología creen, ilusos e ingenuos, que de las cenizas de Roma ellos podrán reconstruir un "nuevo Ecuador", y que esta vez sus teorías fracasadas funcionarán. No construirán ninguna Domus Aurea sobre estas cenizas.