Efecto Mariposa
El fútbol femenino: Grandeza sin límites
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
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La novena edición de la Copa Mundial Femenina de la FIFA se inauguró el 20 de julio y se extenderá hasta al 20 de agosto en Australia y Nueva Zelanda.
Treinta y dos países, divididos en 8 grupos, jugarán 64 partidos en la fiesta del fútbol. Entre los favoritos para ganar la Copa aparecen Estados Unidos, Alemania, Brasil, Francia, Suecia, Inglaterra y Australia.
Estados Unidos ha sido campeón por cuatro ocasiones; Alemania, dos; Japón y Noruega, una vez.
En la cita mundialista, habrá oportunidad de ver a las grandes figuras del fútbol femenino, como Alexandra Popp (Alemania), Estefania Banini (Argentina), Sam Kerr (Australia), Marta Vieira (Brasil), Linda Caicedo (Colombia), Megan Rapinoe (Estados Unidos), Jenni Hermoso (España), Eugenie Le Sommer (Francia), Marta Cox (Panamá) y Asisat Oshoala (Nigeria), entre otras muchas, quienes deleitarán a los aficionados del fútbol.
Según los organizadores, se pondrán a la venta 1,5 millones de entradas, y hasta la fecha ya se han vendido un poco más de un millón. En el Mundial de Qatar 2022 se vendieron 3 millones de ingresos.
En lo referente al arbitraje, en la Copa Femenina participarán 33 árbitras, quienes contarán con el apoyo de 55 árbitras asistentes y 19 miembros del equipo arbitral de vídeo.
La mascota del mundial es Tazuni, una pingüina que pertenece a una especie endémica de Australia y Nueva Zelanda. El nombre de la mascota proviene de la combinación del lugar de origen del pingüino, el mar de Tasmania, y del término unidad, siendo este el valor que se promociona en el Mundial.
La canción oficial del torneo es Do It Again, y es interpretada por el dúo conformado por las cantantes BENEE y Mallrat, neozelandesa y australiana, respectivamente. La intención de la canción es transmitir un mensaje de unidad.
Por último, el lema del Mundial femenino es “Grandeza sin límites”.
La información mostrada hasta este punto sugiere que la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023 tiene todos los elementos para ser una gran fiesta del fútbol, pero, si se compara la euforia que desató el Mundial de Qatar 2022 con el torneo actual, simplemente no hay comparación.
Tampoco se pueden comparar los ingresos generados por ambos eventos, así como la cobertura de los medios y la inversión.
Según estudiosos del fútbol femenino, la falta de interés en este deporte es porque, al ser un campo dominado por los hombres, se considera que las mujeres tienen un menor rendimiento, lo que supuestamente hace que su juego no sea entretenido y, consecuentemente, no desate pasiones.
La evaluación de que el fútbol femenino es inferior al de sus pares masculinos no necesariamente es real. Carlos Gómez-González y otros investigadores aseguran en un estudio publicado la semana pasada que esto obedecería a una valoración plagada de estereotipos y falsas creencias sobre el desempeño de las mujeres en el deporte.
En otras palabras, la calidad atribuida al juego femenino se basaría en juicios subjetivos y no respondería a una evaluación con medidas objetivas.
Aunque según algunos investigadores, sí se debe reconocer que las mujeres corren más despacio que los hombres, debido a diferencias biológicas que influyen en la capacidad aeróbica y la fuerza muscular.
Para llegar a la conclusión del estudio, Gómez-González y sus colegas realizaron un experimento en el que concurrieron 613 participantes, quienes vieron 10 videos con jugadas de futbolistas de élite de fútbol masculino y femenino.
A los participantes se les dividió en dos grupos, el primero evaluó el desempeño de los jugadores y las jugadoras conociendo el género. El segundo grupo vio los mismos vídeos, pero no sabían si el futbolista era hombre o mujer.
Los participantes dieron un puntaje más alto a los videos de los hombres, cuando sabían que estos pertenecían a hombres. Por el contrario, cuando los participantes no sabían el género de los futbolistas, las calificaciones asignadas a hombres y mujeres no difirieron. En conclusión, existiría un sesgo de género a la hora de analizar el desempeño deportivo de las futbolistas.
A pesar de las limitaciones del estudio, como el hecho de ver solo una jugada y no un partido completo, la imposibilidad de recrear el ambiente de un estadio y que los participantes en el experimento no tuvieron la influencia de los narradores deportivos, los resultados de este ensayo permiten tener una idea de la razón por la que el fútbol femenino no desata pasiones, y esta no es la falta de técnica o la calidad del fútbol femenino.
El hecho de que las mujeres hayan entrado en la esfera futbolística, y que ya se realice la novena edición de una Copa Mundial, se puede reconocer como una señal de que en el deporte se camina hacia la disminución de las distancias entre hombres y mujeres, pero la falta de interés sugiere que aún falta camino por recorrer.
Acortar las brechas entre hombres y mujeres no implica exigir o reivindicar a los fanáticos que les encante el fútbol femenino, la idea sería que esto sea parte de un proceso natural, mismo que no será posible mientras persistan los estereotipos sobre los espacios que no se hicieron para las mujeres.
Para que el fútbol femenino se disfrute sin límites y sin prejuicios debemos deshacernos de las ideas de que ellas no son buenas para algunas cosas, como, por ejemplo, para golear con un derechazo impresionante a una arquera inglesa de 1.80 metros de altura.
Este gol fue ejecutado por la mexicana Mónica Ocampo en el Mundial de Alemania en 2011, y ha sido catalogado como uno de los mejores goles de todas las Copas.