Efecto Mariposa
Las mujeres y la belleza y el encanto de las matemáticas
Profesora e Investigadora del Departamento de Economía Cuantitativa de la Escuela Politécnica Nacional EPN. Doctora en Economía. Investiga sobre temas relacionados con pobreza y desigualdad.
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El 12 de mayo se conmemora el Día Internacional de las Mujeres en Matemáticas.
La fecha fue establecida en honor al nacimiento de la matemática iraní Maryam Mirzakhani, la primera y única, hasta el momento, en ganar uno de los máximos galardones que otorga la comunidad matemática internacional: la Medalla Internacional para Descubrimientos Sobresalientes en Matemáticas (Medalla Fields).
La fecha tiene como objetivo celebrar y difundir los logros de las mujeres matemáticas, para inspirar y motivar a que más mujeres se decidan a estudiar esta carrera, pues, a nivel mundial, la proporción femenina es inferior a la masculina.
Por citar un ejemplo, en una universidad pública ecuatoriana de la capital, los porcentajes de graduados en matemáticas puras y aplicadas son: 72% hombres y 28% mujeres.
La subrrepresentación femenina en esta área podría estar relacionada con el mito que hace referencia a la superioridad masculina en las matemáticas.
Esta afirmación puede ser catalogada de mito porque se fundamenta en algunos estudios que, aunque no realizan análisis neurobiológicos, sugieren que a los hombres les va mejor con los números y a las mujeres con las letras, debido a diferencias hormonales y en la actividad cerebral.
Sin embargo, en los últimos años, el argumento de que los hombres son mejores en matemáticas va perdiendo fuerza gracias a estudios, en los que sí se realizan análisis neurobiológicos, que no confirman que los niños tienen un mejor desempeño en matemáticas con respecto a las niñas.
Como dato adicional, en las pruebas ERCE 2019, el desempeño en matemáticas tanto de las niñas como de los niños ecuatorianos fue similar. Este resultado fue observado en la mayoría de países, incluso en algunos casos, las niñas tuvieron un desempeño superior al de los hombres.
Entonces, si no hay evidencia científica de que las matemáticas son cosa de hombres, es hora de cambiar prácticas que han contribuido a que este mito se confunda con la realidad.
Por ejemplo, en las familias se debería abandonar el discurso de carreras masculinas y femeninas. Generalmente, a los niños se les motiva para que estudien carreras, como las matemáticas e ingenierías, y a las niñas se les aconseja elegir carreras más femeninas. Que la decisión se base en los gustos de cada uno y no en estereotipos.
También, niños y niñas deberían participar en los denominados 'juegos inteligentes', con legos, rompecabezas, mapas, ajedrez, videojuegos, entre otros, con el fin de que ambos desarrollen la inteligencia espacial, que es clave para el estudio de matemáticas.
Otra práctica que puede repercutir negativamente en que las niñas, y también los niños, disfruten de las matemáticas, es el escuchar las malas experiencias de los padres en la asignatura, lo que podría disminuir el interés de los hijos para estudiar matemáticas y predisponerlos a creer que la materia es difícil.
Se debería reorientar la experiencia negativa de los padres en un sentido positivo y motivar a los hijos para que pierdan el miedo a las matemáticas. Si ellos escuchan que usted las 'odia' o era malo en matemáticas, repetirán sus mismas frases.
También se debe recordar que, en matemáticas, al igual que en todas las asignaturas, el trabajo duro, la constancia y los buenos hábitos de estudio son el elemento más importante para mejorar la habilidad. Esto lo confirman algunas investigaciones.
Asimismo, hay algunos estudios que sugieren que, a pesar de tener un buen desempeño en matemáticas, algunas niñas experimentan ansiedad y falta de confianza cuando tienen evaluaciones de esta asignatura.
Más tarde, a la hora de escoger una carrera, esto se reflejará en inseguridad y surgirán interrogantes, como: ¿será que soy capaz de estudiar matemáticas?
En algunos casos, gana la falta de confianza y la decisión es escoger una carrera 'más fácil'; como si existieran carreras fáciles. En estos casos, se debe trabajar para que las niñas se sientan confiadas y seguras en matemáticas.
En las escuelas, según diversas investigaciones, cuando la asignatura es matemáticas, algunos maestros serían más estrictos y se esforzarían más con los niños o incluso les podrían proponer ejercicios más complejos, mientras que con las niñas se mostrarían más condescendientes.
Otra situación que es reportada a nivel escolar es el uso de libros de texto que contienen discursos o imágenes con estereotipos de género, condicionando a los niños a elegir una carrera 'para hombres'.
Así, es importante abordar estos temas con los docentes para erradicar conductas que podrían repercutir en el desempeño en matemáticas de las niñas.
En resumen, es deseable que, sobre todo en la primera infancia, padres y profesores traten a niñas y niños de manera igualitaria para evitar que se alimenten creencias relacionadas con el menor rendimiento de las niñas en matemáticas, puesto que estos influirán en que luego las niñas huyan de carreras relacionadas con matemáticas, y también de las denominadas STEM que incluyen (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), porque creen que no son buenas o porque sienten miedo de estudiarlas y no porque no sienten afinidad.
Para finalizar, me permito compartir con los lectores algunos temores que, a nivel personal, me acompañaron cuando decidí estudiar matemáticas en la universidad.
Aunque tuve la suerte de tener profesores que me contagiaron su pasión por la matemática, sentía miedo de tomar la decisión porque no tenía total claridad de qué hacían los matemáticos (puros o aplicados) y en dónde podía trabajar.
Respondiendo rápidamente a esas preguntas, los matemáticos teóricos son capaces de desarrollar nuevos métodos y modelos matemáticos, mientras que los matemáticos aplicados resuelven problemas reales.
Las áreas en las que los matemáticos pueden trabajar son: educación, salud, banca y finanzas, instituciones gubernamentales, investigación y desarrollo, tecnología, logística.
Por cuestiones de espacio, en este artículo no puedo proporcionar respuestas más detalladas, pero si puedo dar fe de que estudiar matemáticas puras o aplicadas no termina en arrepentimiento.
Para conocer más de estas carreras, y disipar dudas, animo a los padres y a los jóvenes que están indecisos a buscar información en las universidades públicas y privadas que ofrecen la carrera de matemáticas.
Que el Día Internacional de las Mujeres en Matemáticas sirva para que, a través de la difusión de los trabajos de matemáticas ecuatorianas, y del mundo entero, otras mujeres, que están indecisas o temerosas de las matemáticas, no se dejen intimidar por su belleza y se dejen seducir por sus encantos.