En sus Marcas Listos Fuego
La sociedad del mito
PhD en Derecho Penal; máster en Creación Literaria; máster en Argumentación Jurídica. Abogado litigante, escritor y catedrático universitario.
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Llegó a mis manos una obra que me obligó a cerrar los ojos y a viajar en el tiempo. Recordé cómo, hace varios siglos, la Iglesia Católica mantenía el férreo candado del idioma: la Biblia sólo podría estar en latín para que sólo pudiese ser leída por quienes hablasen ese idioma, pero además, para quienes no fuesen alfabetos.
El analfabetismo era la regla general, lo que hacía que los del pueblo, pese a tener la receta frente a ellos, fueran incapaces de descifrarla. ¿El objetivo? Que los poderosos pudiesen mantener a los pobres en la ignorancia, porque solo ahí donde hay ignorancia puede reinar la tiranía.
Así, les decía, llegó a mis manos una obra que me transportó en el tiempo. 'La sociedad del mito', escrita por Icare (Yadira Aguagallo, Pedro Donoso y Ligia Cueva).
Se trata de un libro que, si no está en sus manos, es porque usted ha decidido ser ese pueblo analfabeto incapaz de enfrentar al poder.
¿Pero a cuál poder me refiero? Al poder antes impensable, hoy reinante: el poder de la sociedad del mito.
¿A qué se refiere el título? A ahora, a su vida, a la dinámica social de las redes sociales, de los mitos colocados justo ahí por donde usted camina para hacerle caer; a los aforismos que, con sus imanes, distorsionan sus brújulas.
Vivimos en una sociedad donde dominan las narraciones fragmentarias, los imaginarios incoherentes, los silogismos falsos.
Hoy, el 'framing', ha convertido a la información como derecho, en un imaginario distorsionado, falso, manipulado, y son cada vez más las mentes brillantes que se dejan absorber por la mentira, que se dejan convertir en fanáticos de la basura.
¿Cómo podemos enfrentar las 'fake news'? ¿Somos en realidad tan imbéciles que nos creemos cualquier porquería? ¿O es que nuestra programación cognitiva nos lleva a caer en los laberintos de las falacias y a confundir lo real con lo falso?
Todo ello repercute en el activo intangible más importante para ejercer el derecho constitucional y humano al libre desarrollo de la personalidad: la reputación.
¿Cómo se administra una reputación en crisis? ¿Cómo se combaten los mitos con narrativas en disputa?
¿Qué son los actores políticos periféricos? ¿Qué herramientas tenemos los abogados, los jueces, los fiscales, para crear y combatir la criminología mediática?
¿Cómo los juicios paralelos están enterrando la justicia? ¿Cómo los inexpertos hoy se hacen pasar por expertos?
Esto y más encuentran en este libro, a la venta en Ecuador y escrito por esos Luteros de hoy, que han decidido revelar sus secretos y los de su empresa (Icare), traduciendo aquello que estaba en otro idioma y diciéndonos a todos: bestias de carga, alfabetícense, dejen de creer a cualquier demagogo, dejen de ser arrastrados por la ficción, aprendan a leer entre líneas, a entender el mundo en que viven.
Vivir en un medio de redes sociales y no abrir este manual de instrucciones es una decisión personal que ni comparto ni respeto, porque jamás deberíamos respetar a quienes prefieren vivir con los ojos vendados y la lengua sin control.
Y todo toma mayor relevancia cuando este libro nos revela aquello que estaba frente a nosotros y éramos incapaces de ver: toda sociedad tiene ritos. Históricamente, se pueden estudiar los ritos de toda sociedad. ¿Cuál es el rito de nuestra sociedad actual? La opinión.
¿La opinión? Sí. Hoy todos opinamos y, si no opinamos, nos autoexcluimos de la sociedad. Pero resulta que opinamos sobre absolutamente todo, sobre lo que no conocemos. Todos somos expertos en epidemiología, en Derecho, en Política, en geopolítica y ello contribuye a crear mitos.
Llevo dos años obsesionado con Byung-Chul Han y sus libros 'Infocracia', 'No-Cosas', 'En el enjambre', 'La sociedad del cansancio', etcétera y de repente, sin previo aviso, llegan estos genios ecuatorianos a decirme "para un rato con el coreano, que nosotros tenemos cosas más interesantes que contarte".
¿Así que qué esperan? Salgamos todos a alfabetizarnos y comprar 'La sociedad del mito', que la encuentran en Rayuela y otros lares que luchan por educar aquellos cerebros dormidos por tantos años.