Contrapunto
El famoso inicio de la Sinfonía 5 de Beethoven es un misterio
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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Han transcurrido más de dos siglos desde que fue estrenada la 'Sinfonía 5' en do menor opus 67 y su famoso inicio de cuatro notas fuertes aún no se logra desentrañar.
Ta ta ta taaa o sol sol sol miiii con el que comienza la sinfonía es el de mayor recordación por los melómanos y admiradores de Ludwig van Beethoven (1770-1827).
Algunas versiones señalan que el músico, nacido en Bonn, habría escuchado el trino de un pájaro cantor que lo inspiró para que el inicio de su sinfonía tuviese un compás de esas características.
Pero los historiadores insisten en buscar nuevas explicaciones sobre por qué Beethoven inició así su sinfonía, que presentó en 1808, el mismo año del estreno de su 'Sinfonía Pastoral' número 6, opus 68.
El musicólogo e historiador Mark Evan Bonds en su libro 'La música como pensamiento, el público y la música instrumental en la época de Beethoven' aporta algunas ideas que podrían servir para desentrañar el misterio.
Cita a Anton Schindler (1795-1864), quien fue secretario ocasional de Beethoven y conoció al músico en varias de sus facetas como compositor.
Schindler dice que cuando al músico le preguntaron por el famoso inicio respondió: "So pocht das Schicksal a die Pforte", que se traduce "así llama el destino a la puerta".
Esta versión coincide con un reportaje de la BBC que atribuye a Schindler haber dicho "el destino llamando a la puerta".
La BBC cita a un alumno y amigo de Beethoven, Carl Czerny, quien habría escuchado al maestro decir que las primeras cuatro notas provienen de un pájaro cantor llamado martillo amarillo.
En el libro de Evan también se pone en duda la seriedad de Schindler, que contó la anécdota trece años después de la muerte del compositor alemán.
"Se sabe que Schindler, en un intento por exagerar la intimidad y el alcance de su relación con Beethoven, añadía entradas post mortem a los libros de conversaciones con el compositor", dice el escritor.
Muchas de las anécdotas que relata, dispara Evan, se han demostrado absolutamente falsas.
En el análisis puro de esta obra, el autor cita al novelista E.M. Forster, quien admite que la Quinta sinfonía de Beethoven "es el sonido más sublime que ha penetrado nunca en el oído humano, que satisface a personas de toda clase y condición".
La sinfonía en do menor está llena de estrategias y recursos retóricos que nos atrapan en su red; el músico recurre a la repetición, la variación, el contraste, la interrupción, el silencio, etcétera, afirma el autor.
El músico E.T.A. Hoffmann decía de esta sinfonía y otras obras similares, que ya no se consideran simples medios de entretenimiento, "sino que son vehículos de la verdad".
El mismo Hoffmann dijo de la Quinta sinfonía que era una pieza que abría el reino de lo colosal e inconmensurable, que evoca terror, espanto, horror y dolor; despierta ese anhelo interminable que es la esencia del romanticismo.
Hoffmann también coincide con lo sublime; en esta obra Beethoven despliega una idea musical fundamental. Es, explica, una trayectoria que lleva de la lucha al triunfo, "todo ello en el marco de lo sublime".
La fuerza orquestal de la obra es atribuida a razones políticas de la época. En el mismo reportaje de la BBC, el director de orquesta John Eliot Gardiner afirma que en esa sinfonía están las ideas del compositor.
"Creo que estaba tratando de transmitir sus creencias políticas profundamente arraigadas (…) a principios de 1800 estaba completamente bajo el hechizo de la Revolución Francesa e incluso contempló la idea de mudarse a París”, afirma Gardiner.
El musicólogo Scott Burnham, también citado en el libro de Evan, manifiesta que una de las razones por las que obras como la ‘Sinfonía Heroica’, la ‘Quinta sinfonía’ y la ‘Obertura Egmont’ no han perdido resonancia con el paso del tiempo se debe a que constituyen un modelo de la conciencia humana, específicamente de dos procesos esenciales: la transformación y la auto superación.
En un próximo artículo veremos las razones por las que las sinfonías impares, como la 'Heroica' y la 'Quinta' son mucho más populares y aceptadas por el público, de acuerdo con el criterio de uno de los mayores directores de orquesta del mundo: Wilhelm Furtwängler.