Con Criterio Liberal
Mientras entramos en recesión, los expertos discuten definiciones
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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Mientras gran parte de los ciudadanos del mundo viven una muy difícil situación económica, los economistas se dedican a discutir si técnicamente estamos en recesión o no. O, peor aún, a cambiar la definición de lo que es una recesión en mitad de una.
Y esto creo que es muy dicente de la situación de la economía como ciencia y su (in)utilidad para el conjunto de la sociedad.
Pero es que el concepto de recesión, como otros tantos en economía (pobreza, riqueza, crecimiento) son conceptos interpretables, que cada economista puede considerar de distintas maneras.
Piénselo con algo de detenimiento, por ejemplo: ¿qué quiere decir ser pobre? ¿Lo mediría en términos absolutos, como quien tiene menos de cierta cantidad de dólares al año? ¿Cuánto sería eso?
¿O en términos relativos, como quien tiene menos que la media en su país o en el mundo? ¿Lo mediría por carencias objetivas, como quien no tiene dinero para pagar la luz, o la comida, o unas vacaciones? Pues todas estas definiciones se utilizan.
E igual con la cuestión de la recesión. Podríamos medir la recesión por la caída del PIB o por la caída del PIB per cápita (algo mucho más relevante en países jóvenes como Ecuador).
O por el comportamiento de los componentes del PIB, o por la fase del ciclo en la que se esté, o por la profundidad de la caída de la producción, o por la situación inflacionaria y monetaria, durante un año en lugar de seis meses… hay decenas de criterios posibles y razonables.
Por ello, desde hace décadas, el NBER (National Bureau for Economic Research) había definido tradicionalmente la palabra recesión como "dos trimestres consecutivos de decrecimiento del PIB".
Se trata de una definición discutible, como todas, pero que tiene la ventaja de ser sencillamente comprobable y objetiva.
De acuerdo con esta definición, Estados Unidos ya está en recesión, pues según los datos oficiales, en el primer trimestre de 2022, su economía decreció 1,6% en términos interanuales, y en el segundo trimestre cayó 0,9%.
La cuestión es que el NBER cambió su definición de recesión en 2020 y ahora dicen que la evaluará un panel de expertos.
Esto parece ser la moda en estos tiempos, que todos tengamos que confiar en supuestos expertos para conocer lo evidente, con la poca credibilidad que van teniendo los susodichos expertos.
Y no solo eso, también en wikipedia ha cambiado la definición de lo que es recesión, generando un amplio debate, no tanto sobre lo que es una recesión, sino sobre que haya cambios en su edición que tienen consecuencias políticas, poniendo en entredicho la neutralidad de la mayor fuente de conocimiento acumulado de la humanidad.
Lo indubitable es que la economía de Estados Unidos está en una situación muy complicada, como lo indica Dani Fernández en su reporte de Market Trends, los indicadores de la economía estadounidense anuncian dificultades.
Y esto afecta a Ecuador, pues sus posibilidades, tanto de recibir inversión extranjera como de exportar sus productos, disminuyen si Estados Unidos y la Unión Europea, que son de sus principales socios, se resienten.
Por tanto: sí, estamos en recesión, digan lo que digan otros expertos, y esto nos afecta y nos concierne.
Y sería conveniente que tanto los políticos, como los ciudadanos, pero sobre todo los economistas, en lugar de tener discusiones bizantinas sobre una definición, se pongan a plantear las causas y alguna solución.