Al aire libre
Una meta para 2021, inspirada en Richard Carapaz
Comunicadora, escritora y periodista. Corredora de maratón y ultramaratón. Autora del libro La Cinta Invisible, 5 Hábitos para Romperla.
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Mi invitación es analizar tres metas para 2021. En mis dos columnas anteriores abordamos la meta número 1 de innovación en salud y, luego, la meta número 2 nos hizo temblar las piernas…
La meta 3 está inspirada en Richard Carapaz.
¿Sabías que el campeón del Giro de Italia, vicecampeón de la Vuelta a España, ídolo del ciclismo en Ecuador y Latinoamérica, fue atropellado en 2014 y estuvo seis meses fuera del entrenamiento?
En su página web dice que casi nadie creía que podría volver a subirse a una bicicleta después de esto.
Pese a todas las adversidades, logró recuperarse.
Richi, la locomotora del Carchi, ciclista profesional del Team Ineos Grenadiers, es un ecuatoriano íntegro y respetuoso.
Me acuerdo en el Tour de Francia, cuando Michal Kwiatkowski, miembro de su equipo, lo ayudó a ser primero en la montaña, y al llegar los dos solos a la meta, el mundo entero pudo ver cómo Carapaz dejó ganar a su compañero.
Fue un gesto de generosidad, una actitud de equipo que nos emocionó a todos en un momento de desasosiego general por causa de la pandemia.
Con esa inspiradora imagen, propongo la meta tres para 2021: tener respeto a todo nivel, al hacer deporte, cuando conduces, en las redes sociales, en el trato a tu empleador o empleado, en casa y en tu comunidad.
En la entrada de la fábrica Ford, en Detroit, Estados Unidos, hay un rótulo que dice: "La cortesía evita accidentes".
Es una frase que he hecho mía porque resume cómo hay que actuar en la carretera, en las calles, con respeto al ciclista y al peatón, con cortesía hacia el otro conductor.
El apuro es descortés, no trae nada bueno, puede provocar una desgracia. La cortesía es una corriente contagiosa: yo doy paso, tú das paso.
No sé ustedes, pero yo no tengo tiempo para estar polemizando en las redes. Peor insultando a los demás.
En un taller de finanzas personales, la experta mexicana Susana Sánchez dice que la pandemia nos hizo avanzar diez años: estamos en 2031 en términos digitales. El negocio ahora es digital y no hay vuelta atrás.
Quienes escriben groserías en las redes podrían estar vendiendo algo ahora mismo. Pero si alguien tuvo esa actitud en los años anteriores ¿cómo pretende cambiar ahora su perfil para ser una respetable persona de negocios? ¿Quién va a comprar o a contratar a alguien conflictivo?
El punto es que hay que tener un perfil digital fuerte y auténtico, constructivo y honesto, pues ahora esa es la carta de presentación.
En temas laborales, hay un estudio de la Escuela de Empresas de la Universidad San Francisco llamado The Respect Project que indica: "muchos trabajadores se desligan de su trabajo, y aunque no renuncian, cada vez ponen menos esfuerzo, interés y dedicación. Una razón común para esta falta de compromiso o engagement radica en que estos empleados no se sienten respetados por sus gerentes, organizaciones y/o colegas".
El estudio continúa para revelar los factores de irrespeto –y respeto- a través de encuestas a colaboradores y jefes de varias empresas ecuatorianas.
Nos podemos imaginar que, si en nuestro trabajo nos critican, nos hacen bullying, nos culpan, nos juzgan, nos amenazan; si trabajamos en un ambiente de queja, desconfianza y vigilancia, nos están irrespetando.
Por el otro lado, si hay empoderamiento, interés, trabajo en equipo, si hay amabilidad, trato respetuoso y cortés, nos comprometemos.
Este engagement es más que motivación –dice el estudio- es un enraizamiento profundo, un sentido de compromiso, orgullo y lealtad que no se altera fácilmente.
Si los profesores y entrenadores deportivos aplican el respeto, ¿cuántos ciclistas profesionales podría exportar Ecuador? ¿Cuántos deportistas alcanzarían grandes logros?
Contagiemos respeto este año. Y, como dice Richi en en tuit, "Mijines… hoy como siempre, demos lo mejor!"