Economía y Desarrollo
Cada vez hay menos oportunidades para los jóvenes en Ecuador
Doctor en Economía, máster en Economía del Desarrollo y en Política Pública. Director general académico de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Actualizada:
Ecuador no logra recuperarse económicamente. La reactivación es lenta y desigual, siendo las personas jóvenes uno de los grupos más afectados.
Según datos del Registro Estadístico de Empleo en la Seguridad Social del INEC, a marzo de 2022 el total de empleos registrados en el IESS, de personas de entre 24 y 35 años de edad, fue de 889.812.
Hay un déficit de 85.793 empleos en comparación con la cifra de marzo de 2019, y de 120.152 empleos, si se compara con 2015, para este grupo etario.
En el sector privado, el número de jóvenes (24 a 35 años) con empleo registrado en el IESS se ha reducido de 753.270 en marzo de 2015 a 679.174 en el mismo mes de 2022. Lo que equivale a una disminución del 9,8%.
En el caso del empleo público se registra una reducción de 12,8%, al pasar de 189.490 empleos de jóvenes registrados en el IESS en marzo de 2015 a 165.279, en marzo de 2022.
La reducción del empleo público no ha logrado ser absorbida por el sector privado, lo que resulta en un aumento del empleo informal y del desempleo.
Al comparar el número de empleos de jóvenes registrados en el IESS, con el total de la población en ese grupo etario, se observa que el porcentaje de jóvenes que accedían a este tipo de relación laboral se incrementó de 20,9% en marzo de 2009 a 33,8% en marzo de 2015, para después caer a 30,7% en 2019.
En 2020, durante la pandemia, se redujo al 29,6%; mientras que en 2021 cayó a 26,5% y en 2022 se mantiene en 26,8%.
El número de empleos formales registrados en el IESS crece lentamente; mientras que el número de jóvenes que demandan un trabajo crece rápido. Esta brecha deja a las personas jóvenes con menos oportunidades.
Para revertir esta realidad es necesario que el Gobierno asuma la importancia de una política activa de empleo, con énfasis en los jóvenes.
La desatención del Gobierno al empleo y a la seguridad está llevando a Ecuador a una crisis estructural, en la que los jóvenes tienen menos oportunidades, lo que significa dejar al país sin una ruta para el desarrollo.