El sector fiscal va bien, pero las familias y las pymes lo pasan mal
Graduado de la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia, socio de la firma ecuatoriana de estrategia y finanzas corporativas Ahead Partners, exasesor McKinsey and Company y ex VM de Comercio Exterior.
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El índice 'National Entrepreneurship Context Index' o NECI de 2021 de los mejores países para emprendedores en 2022 lo lideran Colombia, Chile y Uruguay.
El NECI, como lo explica la conocida catedrática de la ESPAE, Virginia Lasio, "no es una medida de la actividad emprendedora, sino una medida de la madurez del ecosistema emprendedor en cada economía".
Coincidentemente, o quizás por causalidad, estos son los mismos países latinoamericanos resaltados por el crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) por habitante entre 1980 y 2020 (el PIB per cápita es una medida del poder de compra de las personas), en gran medida por la continuidad de sus políticas económicas con base en un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Comentaba con un amigo que el Banco Mundial estima que creceremos 4,2% en 2022 y él me hacía notar que "esto implica la creación de puestos de trabajo y un mejor ambiente para el sector empresarial. Ojalá el factor político contribuya y no bloquee" el crecimiento esperado.
Estoy de acuerdo con que las cifras macro, es decir, la economía del Gobierno Central, lucen mucho mejor; sin embargo, hay asuntos a los que se debe prestar atención, como la creación de empleo y la gestión del alza de los precios que se nos viene encima por la alta inflación global, para mejorar la micro, es decir, la economía de las empresas y de las familias.
Por ejemplo, un lector líder en el sector de la construcción, un gran generador de empleo, me hizo algunos comentarios sobre el artículo titulado Inversión privada sube, pero no basta para levantar a la construcción y eso que las tasas de interés han bajado durante 11 meses.
"El aumento en el sector de la construcción inmobiliaria no depende de la inversión externa. Si no hay trabajo, no hay ahorro y nadie compra", me dijo.
"Además, el gobierno no paga la deuda interna y tiene parado al país; por ejemplo, los municipios y los constructores tienen pagos atrasados. Y en el primer trimestre tuvo saldo positivo".
Para que el costo de la vivienda no se incremente y, por ende, su precio hay que reducir el costo de las materias primas importadas, como el acero, el aluminio y el cobre, que se pueden procesar en el país.
Ya comentamos sobre este tema a principios de 2022 en el artículo Siete estrategias para recuperar la construcción y el empleo.
BIZBROKER NEWS:
Un lector escribe: "Bueno el artículo, pero me deja dos dudas: una sobre el concepto de reduflación: complicado fraccionar productos que no son fraccionables, como los carros, las casas, los muebles… y quizás estoy sesgado y no veo la manera. ¿La otra es el crecimiento basado en equidad de género… qué base tiene el análisis? Suena a fantasía… es la calidad, no la cualidad…"
Le respondí que la reduflación es un concepto para productos de consumo masivo, para la venta de una casa se aplicaría comprando menos metros cuadrados. Y sí, de acuerdo con que la calidad debe primar en la contratación; sin embargo, esto no es lo que ha pasado.
Y pasando a otro asunto, la política de Covid-Cero en China ha provocado que aumenten los atrasos en puerto de Shanghai, donde se reporta que hay más de 350 embarcaciones en espera, en épocas normales debería haber unas 100. Esto provocará más problemas en la cadena de suministro mundial.
El oceanógrafo Franklin Isaac Ormaza nos advierte que el fenómeno de la Niña se extendería durante todo 2022.