Luisa González y la promesa de Correa en Caracas

Ante la flor y nata del socialismo del Siglo XXI de la región, en un enorme auditorio, un exultante Rafael Correa, visiblemente conmovido, se disculpó con América Latina "por haber perdido Ecuador por culpa de la traición" (en alusión a Lenin Moreno, aunque no lo mencionó) y por tampoco haber podido recuperarlo en abril del 2021, "por nuestros propios errores", según dijo.

Fue el 5 de marzo de 2022, durante el V Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), presidido por Nicolás Maduro, en Caracas, donde Correa fue largamente aplaudido.

Allí hizo una promesa solemne: "recuperar Ecuador para su pueblo, para la patria grande y para juntos recuperar América Latina". Acto enseguida, elogió a Hugo Chávez, a quien llamó "comandante eterno", y exaltó a Venezuela por resistir al bloqueo económico.

Aseguró que antes del bloqueo, Venezuela exportaba USD 50.000 millones en petróleo, y en 2022, 700 millones; 70 veces menos. 

"Bloqueen a Chile el cobre y veremos cuántos meses dura", se preguntó y, eufórico, gritó: ¡Venezuela resiste! ¡Venezuela continúa con su revolución! ¡Venceremos!

Maduro le devolvió los elogios señalando que Correa es un líder latinoamericano que, aunque no esté "formalmente en la Presidencia", sigue teniendo un impacto decisivo en la opinión pública ecuatoriana y latinoamericana. 

Dijo también que es parte del liderazgo valiente de la primera ola socialista, que no fue intervencionista como la segunda en la que él mismo se incluyó.

“La segunda ola es antineoliberal, pero no revolucionaria y hay indicios de debilidades, que no tuvieron los primeros líderes que crearon Petrocaribe (con 18 Estados), el Alba, UNASUR, Celac y hubo relaciones muy estrechas”, dijo Maduro.

Y, de inmediato, levantó la voz y, con incontenible emoción, reveló que un "plan victorioso" estaba en marcha y lo anunció de la siguiente manera:

"¡Atención mujeres! ¡Atención hombres! ¡Atención América del Sur! ¡Atención Ecuador! ¡Atención Venezuela!"

Y prosiguió: Este año conmemoramos los 200 años del encuentro de Manuela Sáenz y Simón Bolívar, en Quito; 200 años del amor más grande que conozcan las luchas de liberación de nuestra Patria grande. "Y estaremos celebrando en Quito; nos vamos para Quito", dijo, y añadió: "Anuncio mi visita a Quito el 16 de junio. Vamos a la casa de Manuela, a festejar".

Pero Maduro nunca llegó. 

La verdad es que ninguna autoridad, ni siquiera la Cancillería a la que consulté un par de veces, tenían alguna información al respecto, lo que resulta extraño porque la visita de un presidente de la República, aunque no sea oficial, es siempre notificada al país si luego se cancela, incluso.

¿Maduro desechó su viaje por la convulsión que había en Ecuador en esos días? Nadie tampoco ha respondido esta pregunta.

Lo que los ecuatorianos recuerdan bien es que el 16 de junio de 2022 el país vivía el cuarto día de un violento paro nacional, convocado por organizaciones indígenas, a la cabeza de las cuales estuvo Leonidas Iza. 

Y que el gobierno de Guillermo Lasso se tambaleaba porque en la Asamblea Nacional se había planteado una moción para censurarlo y destituirlo, aunque finalmente no lograron los votos necesarios para sacarlo del poder.

Si hubo alguna relación entre el anuncio del "plan victorioso", hecho tres meses antes, por Maduro, y las jornadas que convulsionaron a Ecuador en junio de 2022 es imposible conocer, pero lo dicho por el presidente de Venezuela está en el discurso del V Congreso del PSUV.

El episodio volvió a mi memoria tras mirar, no sin asombro, la declaración de la candidata presidencial del correísmo, Luisa González, quien afirma que los venezolanos que han migrado a Ecuador "están corriendo de vuelta a Venezuela, porque en su país tienen mejores condiciones de vida que en Ecuador".

"Los venezolanos tienen terror de Ecuador", remató ante la incredulidad del periodista que lo entrevistaba.

Luego del revuelo que causaron sus palabras, González intentó matizar diciendo que se refería a la "supervivencia física", pero resulta sorprendente porque según la fundación InSight Crime, en 2022 Venezuela fue el país con la cifra más elevada de homicidios per cápita, con 40,4 casos por cada 100.000 personas; mientras que la de Ecuador, en el mismo año, fue de 26 por cada 100.000 habitantes, aunque al finalizar este 2023 pudiera igualar a Venezuela.

En lo económico, la candidata de la revolución ciudadana parece ignorar el drama que viven los venezolanos; por eso, aunque su ideología le impida reconocer, no se pueden ocultar las cifras como las del salario mínimo vital que de los ecuatorianos es de USD 450 mensuales, mientras que el de los venezolanos de USD 5,3; así como lee: cinco dólares y tres centavos al mes.

En lo social, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) estima en al menos 7,1 millones el número de venezolanos que han huido de su país "buscando protección y una vida mejor", en los últimos años. De hecho, en Ecuador viven unos 450.000, muchos de los cuales la pasan muy mal, aunque hay profesionales que se han ubicado mejor.

¿Acaso Luisa González no ha visto en los semáforos de varias ciudades a madres venezolanas cargando a niños hasta casi la media noche pidiendo ayuda? Y algo más: ¿desconoce el drama de Venezuela?

Las respuestas son obvias porque de lo contrario no se entiende que su aspiración sea implantar en Ecuador el socialismo del Siglo XXI, tal como su mentor, Rafael Correa, prometió en Caracas, al jurar "recuperar Ecuador para la patria grande".

Por eso, una pregunta se impone: si Luisa González perdiera las elecciones, ¿se mudaría a Venezuela, donde asegura "hay mejores condiciones de vida"?