El Implacable VAR
Liga vs. Independiente: ¿una final aburrida entre compadres?
Periodista, comunicador, escritor y docente. Comenta y escribe de fútbol desde hace 25 años.
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Lo magnético del fútbol es que se trata de un deporte donde siempre hay espacio para las sorpresas. Este año, sin embargo, la fría lógica se impuso para determinar la final de la LigaPro 2023. Sin menor espacio para el asombro, los mejores equipos, Liga de Quito e Independiente del Valle, disputarán el título.
¡Qué aburrido! No solo que llegaron a la final los planteles favoritos, sino que apenas mantienen entre ellos una rivalidad arraigada.
Los finalistas tampoco representan una rivalidad entre regiones ni, mucho menos, un derbi. Aquí falta algo de sal.
Al contrario, se trata de clubes que se llevan muy bien. Prácticamente, no hay antecedentes de controversias entre azucenas y rayados. Es más, siempre se dijo que algunos hinchas de Liga se estaban pasando a Independiente, así que, seguramente, habrá aficionados que estarán felices proque uno de sus dos equipos será el campeón.
Para colmo, ambas dirigencias, aliadas en la Ecuafútbol, hasta organizaron almuerzos en conjunto y se han puesto de acuerdo en los horarios de los partidos finales. Ya solo faltó que se cedan el título de una vez. "Toma tú el trofeo". "No, levántalo tú". "Insisto, llévatelo". "Por favor, es tuyo, te lo mereces".
Por supuesto, esta soporífera situación no es culpa de los finalistas. Los culpables son el resto de clubes, que parecen estar a una distancia abrumadora tanto de Liga como de Independiente, no como plantillas, sino como instituciones, que es lo realmente importante.
Porque un equipo, a pesar de que el club esté quebrado y exhibiendo carencias, puede realizar una heroica temporada y acabar como campeón. Pero este año no hubo margen para este tipo de hazañas porque ya se siente la distancia de LDU e IDV con respecto a la gran mayoría de clubes.
Si afinamos la lupa, veremos que se trata de las dos entidades de Ecuador que más se han esmerado en modernizarse, al punto que ni siquiera parecen clubes, no al menos como los de antaño. Indepediente posee el ADN de empresa privada trasnacional, mientras que Liga simboliza el éxito de concesionar la plantilla para dejar el club a salvo del vaivén económico.
Es un acto de justicia deportiva que la final la jueguen esos equipos. Pero quizás el resultado ya no interesa tanto: ya sabemos qué región de Ecuador se quedó relegada futbolísticamente.