Contrapunto
'Les Six' de Francia, contra Beethoven y Wagner
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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'Les Six' (Los Seis) surgió como un grupo vanguardista francés que estaba dispuesto a romper el sistema musical imperante a inicios y hasta la primera mitad del siglo XX; que hasta entonces seguía encandilado por los alemanes Beethoven y Wagner.
Además de alejarse del dominio musical de Ludwig van Beethoven (1770-1827) y de Richard Wagner (1813-1883) este grupo quiso diferenciarse de 'Los Cinco' de Rusia. ¿Lo lograron?
Según algunos críticos sí, pero otros sostienen que ninguno de los franceses llegó a trascender como Modest Mussorgsky o Nikolái Rimski-Korsakov.
El grupo ruso, integrado por Mili Balákirev, César Cui, Modest Mussorgsky, Nikolái Rimski Korsakov y Alexander Borodin tuvo una fuerte y positiva repercusión en todo el mundo, porque nació con la idea de difundir el folclor de ese país.
Entre los franceses y los rusos existieron enormes diferencias, especialmente en el estilo musical, tal como han escrito los expertos. El parecido quizás estuvo marcado por el nacionalismo musical que ambos se encargaron de promover.
El grupo francés de 'Los Seis' fue más heterodoxo en cuanto a las composiciones, sin embargo, lo que sí los unía era el rechazo categórico a la música proveniente de Alemania y de Austria.
La idea fue de Erik Satie (1866-1925), hijo de padre francés y madre británica, a quien se atribuye haber dicho que era necesario proponer una música absolutamente francesa "de ser posible sin chucrut (col fermentada de gran consumo en Alemania)".
Satie fue pianista del famoso cabaré 'El Gato', de Montmartre y se lo familiarizaba con el music hall, un teatro de variedades creado en Londres y luego adaptado al estilo francés.
Además de Satie, el otro que acogió el concepto fue Jean Cocteau (1889-1963), que no era músico, sino representante artístico, poeta, pintor, con enormes conocimientos acerca de la historia de la música. Se dice que Cocteau fue el ideólogo del movimiento.
Poeta y dramaturgo, fue famoso porque disparaba frases que generaban diversas reacciones:
"No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría"; "Sé que la poesía es indispensable, pero no sabría decir para qué".
Trazado el plan, el grupo quedó integrado por Darius Milhaud (1892-1974), Louis Durey (1988 1979), Georges Auric (1899-1983), Arthur Honegger (1892-1955), Francis Poulenc (1899-1963) y Germaine Tailleferre (1892-1983), la única mujer.
De estos seis representantes de la música vanguardista francesa, tal vez el que más permaneció en los repertorios de todo el siglo XX y parte del XXI, fue Milhaud, que en sus composiciones empleaba la politonalidad. Es decir, varias tonalidades simultáneas.
'Saudades do Brasil', opus 67 fue una de sus obras más reconocidas; la escribió después de una extensa gira por varios países latinoamericanos y la otra es Le bœuf sur le toit (El buey en el techo).
Durey, activo militante comunista, se dedicó fundamentalmente a crear obras para música vocal y coral. Su pasión por la música surgió tras escuchar la ópera Pélléas et Mélisande, de su compatriota Claude Debussy.
Auric, como la mayoría de los músicos, comenzó a crear a temprana edad. Entre los 15 y los 20 años había escrito varias partituras para ballet y obras de teatro.
Honegger, hijo de padres suizos nacido en el puerto francés de El Havre, escribió sinfonías y oratorios, entre los que se destaca Juana de Arco, con 11 escenas según un poema de Paul Claude.
Entre sus composiciones más originales destaca 'Pacific 231', que evoca su pasión por los trenes y las locomotoras.
Poulenc se destacó por crear una música muy personal e "inconfundiblemente francesa", como señala la musicóloga Pola Suárez Urtubey.
Fue en el terreno del piano, de la ópera y de las canciones (escribió 130 canciones sobre textos de Apollinaire) donde más se destacó. Su 'Concierto para dos pianos y orquesta' figura entre sus más importantes creaciones.
Poulenc siguió la gran tradición de la canción moderna francesa después de Fauré, Debussy y Ravel.
Las obras para piano de Germaine Tailleferre fueron creadas en un período de "entre guerras", después de la Gran Guerra y antes de la Segunda Guerra Mundial.
Entre sus obras destacadas figura el 'Concerto grosso pour deux pianos', música para arpa y una gran producción para el cine francés de la segunda mitad del siglo XX.