Canal cero
"El Evangelio subversivo"
Doctor en Historia de la Universidad de Oxford y en Educación de la PUCE. Rector fundador y ahora profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador. Presidente del Colegio de América sede Latinoamericana.
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Para escándalo de almas devotas y aferrados conservadores, Leonidas Proaño, obispo de Riobamba, predicaba el "Evangelio subversivo".
Decía que la opresión es pecado y que el mensaje liberador del cristianismo lleva a una acción política de lucha por la justicia. Trabajó con obreros e indígenas, contribuyó a su organización y se metió en conflictos con el poder económico y las autoridades del Estado.
Quienes lo combatían argumentaban que un religioso, aún más, un obispo, debía predicar la paz y no meterse en política.
En realidad, la jerarquía de la Iglesia Católica había estado vinculada al poder político desde la colonia y sus prelados actuaban junto a las élites conservadoras, pero Proaño luchaba del lado de los pobres. Así lo confesó en sus memorias: 'Creo en el hombre y en la comunidad'.
Leonidas Proaño Villalba nació en San Antonio de Ibarra en 1910, en una modesta familia de artesanos. Estudió en el Seminario Menor, luego pasó al Mayor de Quito y se ordenó sacerdote.
En Ibarra dedicó su trabajo a los obreros y al periodismo. Fue designado obispo de Riobamba a mediados de los años cincuenta. Se tomó en serio el Concilio Vaticano II y la postura de los obispos latinoamericanos en Medellín.
Desplegó una acción enorme de compromiso social. Cuando murió en 1988, era reconocido como uno de los grandes ecuatorianos.
En los años setenta, monseñor Proaño era ya una figura internacional de la Teología de la Liberación. En agosto de 1976 organizó en su diócesis de Riobamba una reunión a la que asistieron 17 obispos latinoamericanos, varios sacerdotes y seglares, para coordinar la pastoral.
Afirmando que se trataba de una reunión de comunistas y terroristas, la dictadura militar ordenó su prisión, los mantuvo incomunicados en Quito y luego los expulsó del país.
El hecho provocó reacciones de solidaridad y de protesta dentro y fuera de Ecuador. Los documentos de la reunión fueron publicados en España en el libro: El 'Evangelio subversivo'. Tuvo difusión internacional como un texto central de la Teología de la Liberación de América Latina.
La acción de monseñor Proaño fue polémica. Los que creían que la Iglesia era aliada de los latifundistas y debía predicar la sumisión, lo combatieron ferozmente. Le decían "resentido social", "cura comunista", "promotor de la lucha de clases".
Actuaba en medio del conflicto y la lucha por el poder. Esa no fue una excepción, porque en Ecuador, como en toda América Latina, la acción de obispos y clérigos ha estado vinculada con la política.
Los que combatían al obispo Proaño, y hasta intrigaron en su contra en el Vaticano, querían desprestigiarlo y hundirlo cuando denunciaron a la dictadura militar que la reunión de agosto de 1976 era de conspiración terrorista.
El gobierno atropelló a sus concurrentes, pero el hecho consolidó a la Iglesia progresista e hizo crecer la figura de monseñor Proaño. Al fin y al cabo, "Dios escribe recto sobre renglones torcidos".