Contrapunto
Leonard Bernstein odiaba a Richard Wagner "de rodillas"
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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Un ensayo sobre Richard Wagner (1813-1883) afirma que solo Jesucristo y Napoleón han superado al músico alemán en número de libros e historias acerca de su vida.
En la mayoría de las biografías que se han escrito sobre el músico nacido en Leipzig, por lo general las posiciones son de odio o de devoción y en muy pocas ocasiones se aprecia neutralidad.
En su libro 'Wagner', editorial El Ateneo, Buenos Aires 2013, el belga Jacques De Decker, tal vez sea una excepción a esos criterios tan antagónicos sobre un mismo personaje que revolucionó la música europea en el siglo XIX.
Sin embargo, el escritor y ensayista belga, desde el prólogo comienza con una cita de uno de los críticos más exigentes en temas musicales: Theodor W. Adorno (1903-1969).
"Las opiniones sobre Wagner sufren una especie de maldición, de la cual el espíritu aún no ha logrado liberarse". Es la frase atribuida a Adorno que, con la misma vehemencia, criticó a Mahler.
Y a página seguida anota la frase del compositor y director estadounidense de origen judío Leonard Bernstein (1918-1990): "Lo odio a usted de rodillas". Otra traducción dice "Odio a Wagner, pero lo odio de rodillas".
Esa ambivalencia es la que intenta desentrañar De Decker que, como muchos autores, publicó su libro en 2013, el mismo año del bicentenario del natalicio de Wagner.
El ensayista, periodista y dramaturgo belga recurre a decenas de biografías sobre los aspectos musicales, de la vida privada y también en torno a una inicial etapa literaria del compositor alemán, que empero no tuvo relevancia.
De Decker califica a la bibliografía de Wagner de "excesiva" y afirma que "se la ha comparado con las de Jesucristo y de Napoleón" por lo inconmensurable.
Y cita un 'Dictionnaire encyclopédique', nada menos que de 2.500 páginas, publicado bajo la dirección de Thimotée Picard, que fuera editado en 2010.
Tal vez uno de los libros más neutrales sea el de Thomas Mann: 'Sufrimientos y grandeza de Richard Wagner y la música'. Ganador del Nobel de Literatura en 1929, escribió "por más que me llegase a distanciar de él espiritualmente", como artista era "irresistible".
De Decker cita el famoso 'El caso Wagner, un problema para melómanos', escrito por uno de los más entusiastas admiradores del músico: el filósofo Friedrich Nietzsche, quien después terminaría odiándolo.
Al contrario del filósofo alemán, el poeta francés Charles Baudelaire amaba a Wagner con devoción. El autor de 'Las flores del mal' calificaba de "imbéciles" a todos los detractores de la obra del compositor alemán.
Conocedor de los mitos y creador de algunos, el mismo Wagner era un mito, pues se dedicó a construir su propia imagen, apunta De Decker.
La idea de que sobre el compositor se escribió tanto como de Jesucristo y Napoleón la sustenta basado en el año de su muerte, ocurrida en Venecia en 1883: "Ya existían miles de publicaciones sobre él", subraya el escritor.
De Wagner puede decirse -apunta De Decker- que pertenece al reducidísimo círculo de "las personalidades más importantes de nuestra civilización".
Arrogante o no, el libro cita una de las frases atribuidas al compositor alemán:
"Yo destruiré el orden establecido que separa el placer del trabajo, que convierte el trabajo en una carga y el placer en un vicio, que vuelve a un hombre miserable por indigencia y a otro por sobreabundancia".