El indiscreto encanto de la política
Qué lecciones nos dejó El Bogotazo
Catedrático universitario, comunicador y analista político. Máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca.
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Han pasado ya 71 años desde el Bogotazo. Este triste episodio de la historia colombiana, que tiene como hito el 8 de abril de 1948 con el asesinato del político liberal Jorge Eliécer Gaitán, marcó el inicio de una era de violencia en Colombia que continúa hasta la fecha.
Durante los primeros meses de 1948, empezaba en el mundo la Guerra Fría, entró en vigor el Plan Marshall en Europa y se creó el nuevo Estado de Israel. En Ecuador -gracias a una coalición entre liberales y conservadores- Galo Plaza Lasso se perfilaba como el nuevo presidente de la República.
Por su parte, Colombia sufría épocas de gran inestabilidad política. Dos años antes, en las elecciones presidenciales de 1946, el Partido Liberal Colombiano se presentó fraccionado. La facción moderada y oficial del Partido propuso de candidato al médico Gabriel Turbay; mientras que la línea socialista y disidente presentó a Jorge Eliécer Gaitán.
A pesar de la larga hegemonía electoral que mantenían los liberales, su división condujo a que el Partido Conservador Colombiano, en la persona de Mariano Ospina Pérez, recupere la presidencia de la República.
Durante el siguiente año, en 1947, ocurren tres hitos que posicionan a Gaitán como el candidato idóneo de los liberales para las presidenciales de 1950: la victoria del gaitanismo en las legislativas, la (extraña) muerte de su adversario Gabriel Turbay y una especial sintonía con las clases populares.
Este escenario marcó el inicio de la violencia política en contra de los liberales; en una escalada bélica de agresiones, persecución y asesinatos que -el 9 de abril de 1948- alcanzó su pico más alto con el asesinato de Gaitán, curiosamente a manos de un ex simpatizante.
La revuelta nacional que siguió a este crimen se denominó El Bogotazo. Saqueos, vandalismo y destrucción se expandieron por todo el país, registrándose miles de muertes y daños incalculables. De aquí en adelante, empieza una década de una suerte de guerra civil entre liberales y conservadores, período conocido como La Violencia.
Durante este lapso, además, se incubaron los primeros grupos de insurgentes de extrema izquierda que, a futuro, se convirtieron en las guerrillas de las FARC, ELN y EPL. Luego de siete décadas, la violencia sigue presente en Colombia.
La historia nos deja lecciones, más si se trata de un país vecino que comparte una historia común. Por supuesto que lo ocurrido en el Ecuador en las últimas semanas tiene otra coyuntura y magnitud; no obstante, es una verdad universal que la violencia solo genera más violencia.
Para el gobierno ecuatoriano el costo de ceder en favor de la paz fue muy alto. Ahora corresponde fortalecer el lesionado Estado de derecho, hacer una lectura profunda de las causas y sancionar con todo el peso de la Ley a los culpables.
Mas, ¿cuál hubiese sido el costo de no ceder?