Al aire libre
Juliana García: la vara alta como presidenta de guías de montaña
Comunicadora, escritora y periodista. Corredora de maratón y ultramaratón. Autora del libro La Cinta Invisible, 5 Hábitos para Romperla.
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Me conecto con Juliana García por zoom y la encuentro en Seattle. Está dando cursos de avalancha y esquí para el American Institute for Avalanche Research & Education, Aiare.
Tiene una sonrisa y una expresión llenas de alegría y de vida, tanto que yo también sonrío y me siento convocada a vivir.
"Voy a escalar el Mount Hood con una investigadora, para filmar sobre el cambio climático enfocado a la salud pública mundial, contando mi percepción personal".
¿Y qué vas a contar?
"El cambio climático ha sido visto como: están desapareciendo los glaciares y los osos polares. Dicen pobres ositos, pero no se sienten directamente relacionados con la problemática porque es lejana", me responde.
De pronto me pregunta:
"¿Sabías que comemos casi una tarjeta de crédito semanal? El microplástico está en los alimentos, en el agua y en el aire.
Y continúa:
"Me preocupa el quemeimportismo, pero en algún momento todos tendremos que incomodarnos un poco por el bien común. Elegir nuestra batalla. Por ejemplo, yo me cuestiono subirme a un avión sabiendo las emisiones que produce. En mi vida personal trato de compensarlo: hacer carpooling, comer local, consumo consciente".
Juliana es la primera mujer guía certificada por la Unión Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña IFMGA/UIAGM, y presidenta de la Asociación de guías de montaña de Ecuador Aseguim.
También es embajadora de la marca Patagonia desde hace cinco años.
Gracias a tus méritos deportivos, ¿verdad? –digo lo obvio a la guía y rescatista profesional de alta montaña, activista, escaladora de hielo y roca, trailera; hace kayak, raft, bicicleta, esquí y goza con su snowboard en los nevados ecuatorianos.
"Patagonia te pide seguir siendo quién eres. No cuentan los likes sino la influencia que tienes en tu comunidad, qué tan original e inspiradora es la vida que llevas. No apoyan cosas muy extremas, sino ambientales, potentes, con una filosofía grassroot"–explica.
Juliana empezó como guía a los 16 años, ayudando en viajes, cargando, cocinando. Luego aplicó al Aseguim y después de ocho años se graduó. Trabajó allí y salió electa presidenta.
"Estoy seis años metida de cabeza con los guías. Trabajo 24/7. Ha sido un cambio a nivel profesional para Ecuador. Estamos en un estándar internacional distinto. Coincidió con un movimiento grande de Aventura en el país, la gente correcta se ubicó en puestos estratégicos para que haya impulso y normativa", cuenta.
Y agrega "estamos regulados en el Ministerio de Turismo, pero nuestro campo de acción –los parques- es del Ministerio del Ambiente. Nos sentamos en la mesa a presentarnos unos a otros, y pedimos: por favor, conózcanse y lleguen a un acuerdo porque nosotros estamos en el medio".
Para salir adelante como potencia turística, tiene que haber harta voluntad política desde el más alto nivel.
Juliana García.
Juliana dice que "el 25% de Ecuador es área protegida. Suena increíble y como habitantes de un área protegida deberíamos hacer nuestro mejor esfuerzo para cuidarla. Pero nos falta empatía, somos súper egoístas".
Pienso en la tala de bosques, en la basura no clasificada o tirada por todo lado, en el desperdicio y en contaminación del agua… las fiestas clandestinas cuando el COE exige evitarlas porque crece el contagio de Covid-19.
"Voy a entregar el Aseguim en mayo. Fui presidenta dos períodos y empecé con la vara alta. Creo que se logró subirla un poco más", agrega Juliana.
Yo pienso y le pido a Dios con esperanza: ¿será que Ecuador puede tener un presidente trabajador, capacitado, honesto, con el calibre de Juliana?
"La guianza es saber manejar la expectativa de tus clientes" -explica ella- "establecer un campo de acción, objetivos. Somos psicólogos en el monte".
Estudió en el colegio Pestalozzi, lo que le llevó a tener la idea de explorar y hacer nuevas cosas. Ha estado en casi todos los continentes y alturas: en los Himalayas, en Pakistán, sobre los 7.000 metros.
Sus top tres son: Antisana, donde abrió una nueva vía bautizada 'Sí hay merengue', Cayambe y Altar. ¡Y los Ilinizas!
"Compartir con los amigos es el mejor aprendizaje de la vida misma" –escribe en Instagram.
"Yo no creo en las oportunidades y por eso no las tomo cuando llegan. Hay que vivir de lo que tú quieres hacer. Tener el poder de conducir las cosas. Seguiré dando instrucción, quiero mi certificación de esquí y para eso, persigo los inviernos".
"Se abrió una puerta gigante en mi vida y desde ahí todo ha sido posible", concluye.