Al aire libre
Los jóvenes, los minimalistas, la plata de los depositantes y el Yasuní
Comunicadora, escritora y periodista. Corredora de maratón y ultramaratón. Autora del libro La Cinta Invisible, 5 Hábitos para Romperla.
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La candidata a la Presidencia de Ecuador dice que va a tomar la plata del Banco Central “que no sirve para nada” y ponerla en el gasto público.
Es como si en mis clases de educación financiera yo diría: no guarden ni un centavo y gasten todo. No sirve para nada su plata guardada.
Desde niños nos han dicho: "guarda platita, por si acaso cualquier eventualidad". En el campo se tiene una vaca o un chancho. Si se presenta un imprevisto, se vende el chanchito. Es la alcancía.
Candidata, haga lo que quiera con su plata, pero no con dinero ajeno. El dinero que está en el Banco Central, en la reserva, no es de los bancos, ni del gobierno, es de los depositantes.
Es nuestro dinero. Hay que tener reservas. Hay que ahorrar. Quien diga lo contrario está engañando al pueblo.
Por suerte no somos tontos. Ya nos jugaron antes gastándose las reservas, tomando la plata del IESS, feriándose las ganancias del petróleo. No queremos oír propuestas de ecuadólares o zoquetadas por el estilo.
En las noticias ahora le culpan de todo al Yasuní. Que nos van a faltar USD 1.200 millones por dejar de explorarlo. La suma es menor y eso ya se ha demostrado. El mismo candidato a Presidente de la República hizo la matemática.
Cada cosa que hacemos, dice una amiga, Dana Hill, afecta para bien o para mal al cambio climático. Estudios muestran que es importante tener ejemplos positivos que nos inspiren a actuar. "Si no, sentimos que el problema es demasiado grande y no hacemos nada".
Ecuador es ese ejemplo positivo que inspirará a otros a hacer algo grande o pequeño.
Ser minimalista es una forma de ahorrar dinero y proteger el planeta. Un señor era tan minimalista que se secaba al ducharse con la misma toalla que secaba sus platos y limpiaba el piso. ¿Se imaginan?
Me pareció excesivo este hecho del libro 'Goodbye, Things. Cómo encontrar la felicidad con el arte de lo esencial', del japonés Fumio Sasaki.
Del resto, me hizo ver que mientras más nos vaciamos de cosas, menos necesidades tenemos y más nos llenamos de creatividad, ideas, enseñanzas, productividad, felicidad.
El minimalismo es una forma de evitar el estrés financiero por no ahorrar lo suficiente, gastar más de lo que se tiene en cosas que no son necesarias, o vivir sin enfoque.
Los minimalistas han llegado a ser minuciosos en sus ideas de reducción.
Sus palabras favoritas son: Reduce, Limpia, Libérate. En inglés lo resumen con la súper ilustrativa y liberadora palabra: declutter. No es solo limpiar el closet y liberarse de la bodega.
Nos recomiendan:
- Limpiar dentro de nosotros: multitareas, juicios, pensar demasiado, prejuicios, iras.
- Reducir relaciones de ego, compromisos, otros.
- Elegir solo los chats indispensables.
- Limpiar las redes, videos, fotografías.
- Aprender a decir “no”. No al black Friday, no al dos por uno, no al combo.
- Declutter tu casa.
- Comprar nada y tener todo, dice TK Coleman, de 'Los Minimalistas'.
TK recomienda hacer una lista de cosas que hemos dejado de comprar. Yo dejé de comprar cereales porque no alimentan.
Vienen en cajas de cartón (árboles) con funda plástica (plástico), vienen de lejos (combustible fósil y CO2), tienen preservantes, aditivos, colorantes, etc., (chatarra química para mi organismo), y no he investigado con qué grasa los tuestan y si la materia prima es transgénica.
Cuando los minimalistas radicales necesitan algo, por ejemplo, un aparato de hacer waffles, lo compran en e-bay o en Craigs List y luego lo vuelven a vender. Dicen que a veces hasta ganan dinero.
Algo que ha sido noticia fue la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal, donde fueron 3 millones de jóvenes católicos. Leo en sus redes: “El plan era no dejar de mirar a Dios”.
“Pasamos entre Horas Santas y misas, reencuentros y caminatas, cerveza y conciertos. Hubo ocasiones en que la Comunión se repartía en la calle porque la gente no alcanzaba en las iglesias”. “Era impresionante ver, de pronto, millones de jóvenes de rodillas”.
El Papa Francisco les dijo a los jóvenes en Lisboa: “Defiendan la vida del planeta que está amenazada por una grave destrucción ecológica”.
Los jóvenes de Ecuador con la misma onda que los jóvenes del mundo, que buscan algo más que el “éxito de tener cosas”, votaron 'Sí' por el Yasuní. Y por otro joven, que es Daniel Noboa, que hasta hoy muestra lo que quiere la juventud: algo más.