Con Criterio Liberal
La inversión de valores de occidente: rescatar perros y no personas
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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La noticia está en todos los medios internacionales y ha logrado decenas de miles de likes, comentarios favorables con corazoncitos de colores y emoticonos de animales: han fletado un avión para ir a Kabul a rescatar a 140 perros y 60 gatos.
Bueno, pues lo que a tantos parece producir tantos sentimientos tan positivos, a mí, y a otros cuantos que por desgracia parecemos ser minoría, nos parece el epítome de la inversión de los valores en occidente.
La situación en Kabul es dramática. El mismo buenismo que denuncio en este artículo ha llevado a que las tropas occidentales abandonen Afganistán dejándolo en manos de los talibanes.
Todos hemos podido ver las espeluznantes imágenes del aeropuerto de Kabul donde madres abandonan a sus hijos y jóvenes se aferran a las ruedas de los aviones para intentar huir.
En una situación de evacuación de extrema urgencia los recursos son muy limitados. La desesperación en el aeropuerto de Kabul así lo demuestra: hay muchas más personas que desean huir del terror talibán que capacidad para rescatarlas con los aviones disponibles.
Bueno, pues es en estas circunstancias que un ex militar inglés que montó un refugio de animales en Kabul pidió ayuda para fletar un avión para desalojar los animales que recogía.
Y el ministerio de guerra británico ha dado su autorización y ha dedicado recursos logísticos, soldados, tiempo y energía en evacuar a esos 200 animales.
El espacio que han ocupado esos animales, necesariamente no lo han ocupado personas, ni siquiera los 14 cuidadores que trabajaban en ese mismo refugio, que no han sido evacuados.
La situación en Afganistán nos ha puesto ante un dilema que normalmente se planteaba a los adolescentes en los primeros cursos de ética: si se estuviese ahogando tu perro al que quieres mucho y una mala persona, ¿a quién salvarías?
Para toda persona con valores humanistas la respuesta siempre ha sido evidente: la vida de cualquier ser humano vale mucho más que la vida de cualquier animal.
Por desgracia quienes tenían que tomar esta decisión han decidido que evacuar a esos casi 200 animales era lo prioritario, quizá porque creían que lo importante era recibir esos titulares elogiosos y apoyo en redes.
Pues lo que es todavía más desconcertante es que una radicalmente inmoral decisión ha sido aplaudida de manera tan cursi e irracional por tantos occidentales.
La debacle de occidente no se produce por las armas o la tecnología, ni por las derrotas en el campo de batalla, ni por los argumentos lógicos, ni por contraponer modos de vida; sino por la derrota moral que es abandonar Afganistán, que es aún peor cuando se aplaude que se rescate a los perros y no a las personas.