¡No nos dejemos atrapar por la ansiedad!
Graduado de la Escuela de Negocios Darden de la Universidad de Virginia, socio de la firma ecuatoriana de estrategia y finanzas corporativas Ahead Partners, exasesor McKinsey and Company y ex VM de Comercio Exterior.
Actualizada:
En respuesta a Estrategia para tiempos inciertos: choques externos para el cacao y petróleo muchos lectores me escribieron (@jose_orellana_g) sobre su imposibilidad para desarrollar una estrategia y planificar dado el alto nivel de incertidumbre: conflicto armado interno, cambios tributarios, caída de ventas en enero y febrero comparada con los mismos meses de 2023, potencial competencia de productos desde China, imposibilidad de cobrar deudas en Bolivia dada la escasez de dólares en ese país (pensamos que van a dolarizar), y un largo etcétera.
Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz, solía decir que le gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos.
En Recuperar la economía es importante para ganar esta guerra, indicábamos que un valioso marco conceptual para ayudar a los tomadores de decisiones a comprender estos tiempos difíciles en los que vivimos, es el análisis BANI (Brittle, Anxious, Nonlinear, Incomprensible) por sus siglas en inglés (en el artículo en el hiperlink, lo describo en mayor detalle).
De la ansiedad indicamos que es de lo más presente hoy en día, no solo en la vida diaria familiar sino en nuestras noches con pesadillas. Por ejemplo: ¿Seré Yo o algún familiar mío; asaltado, secuestrado, vacunado o víctima colateral de este conflicto real y actual?
Alexandre Dumas dijo alguna vez que la vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta. Dado que son tiempos de Semana Santa y Pesaj, recuerdo de alguna homilía que San Francisco de Asís indicaba:
“Allí donde reinan la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación”.
De lo incomprensible, debemos entender que no tenemos control sobre todas las cosas. Por ejemplo, ¿qué pasó con Ecuador, isla de Paz? Tristemente querido lector, esa realidad dejó de existir y debemos adaptarnos a la nueva coyuntura como sucedió con los colombianos y peruanos en su época.
Por lo que tenemos que aprender a desestresarnos y nada como la vida familiar y compartir con amigos para aquello.
Sin embargo, también debemos considerar las consecuencias invisibles de esta creciente ansiedad, especialmente en los más jóvenes, como indicamos en nuestra pasada columna El costo psicológico en los jóvenes (y en todos) de las pandemias de Covid-19 y del crimen.
Los expertos en salud mental sostienen que, cuando estamos ansiosos, tendemos a quedar atrapados en formas de pensar falsas o limitadas. Estos patrones de pensamiento crean una espiral negativa debilitante (círculo negativo o negative feedback loop) que puede apoderarse de nuestras vidas al convencernos de una perdición inminente y exacerbar aún más nuestra sensación de impotencia.
Trampas y patrones de pensamiento negativo más comunes
- Catastrofizar: imaginar el peor resultado posible: "Me despedirán si la presentación tiene algún problema técnico".
- Lectura de la mente: imaginar lo que piensan los demás: "Sé que no le gusta trabajar conmigo porque piensa que soy tonto".
- Adivinación: imaginar lo que depara el futuro, pero sin datos: "Todos me odiarán en el nuevo grupo porque soy el único que no es físico".
- Pensamiento en blanco y negro: considerando sólo dos resultados posibles. "O hago un jonrón o me despiden".
- Sobre generalizar: pintar todas las situaciones con un resultado generalizado: “Le presenté al director ejecutivo el año pasado y no salió bien. Nunca hago las cosas bien o siempre fallo cuando se trata de audiencias ejecutivas”.
Fuente: Anxiety Canada
Recordaba que según Dostoyevski: "El secreto de la existencia humana no sólo está en vivir, sino también en saber para que se vive".
Y allí, la familia propia y la que uno escoge con el pasar de los años, ayuda mucho.