Con Criterio Liberal
Incapaz de combatir el virus, el COE restringe nuestra libertad
Luis Espinosa Goded es profesor de economía. De ideas liberales, con vocación por enseñar y conocer.
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El COE, ese organismo que nos controla ahora, que básicamente se compone de distintos representantes de órganos estatales y del que desconocemos qué criterios utiliza para decretar las medidas restrictivas de nuestras libertades, ha decidido ampliar el toque de queda y la ley seca.
Se supone que con estas medidas se pretenden evitar los contagios, pero ni se sabe si las reuniones privadas son las que han ocasionado gran parte de los mismos, ni se explica por qué prohibir comprar alcohol a aquellos que lo quieran consumir en su casa ayuda a evitar los contagios, ni se sabe por qué sólo los fines de semana, ni se explica por qué el toque de queda ayuda a disminuir contagios.
¿Cómo sirve para evitar contagios reducir el número de horas operativas con el toque de queda y concentrar toda la actividad en menos horas? ¿Por qué se supone que pasear a las 22:00 en calles solitarias contribuye de manera significativa a los contagios?
Los ciudadanos somos adultos y responsables y podemos exigir a nuestras autoridades que nos den una explicación razonada de las medidas que nos obligan a cumplir, que nos expliquen en qué datos o estudios o recomendaciones de qué científicos basan sus medidas.
No somos niños “mal llevados” (usando la significativa expresión ecuatoriana) que requieren que “las autoridades nos den diciendo” lo que podemos o no podemos hacer.
Ya está prohibido reunirse en grupos grandes para fiestas y el Estado, incapaz de hacer cumplir esa norma a los pocos que la incumplen (pues la mayor parte de los ciudadanos se comporta de manera responsable), pretende restringir la libertad de todos, con una asunción absurda de que ahora sí podrá implementar la nueva norma, aún más complicada de hacer cumplir.
Los policías en lugar de estar dedicados a perseguir criminales o a evitar grandes aglomeraciones ahora tendrán que vigilar cada hueca y cada licorería para evitar que vendan alcohol. Un absurdo total.
Ya llevamos cinco meses de pandemia, y en lugar de cuestionar la gestión de nuestros gobiernos (el aumento de la capacidad hospitalaria, de los testeos) el Gobierno quiere seguir restringiendo nuestras libertades (la de circular, la de consumir alcohol).
Esto sin criterio o cientificidad alguna, planteándonos una falsa dicotomía (a menos libertad > menos fallecidos), que simplemente no se sustenta con los estudios y comparaciones internacionales de modelos de gestión de esta crisis global.
Y que evita planteamientos más responsables (confinamientos por nivel de riesgo, reanudación de actividades por nivel de seguridad) y nos avoca a una crisis económica peor sin haber siquiera solventado la crisis sanitaria.