Contrapunto
Homenaje al talento de la compositora francesa Lili Boulanger
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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Comienzo por aclarar que el título de este artículo es una interpretación personal, porque en realidad el ‘Recital de piano Amparo Menéndez Carrión’, presentado en la Casa de la Música el 6 de julio de 2023 era un programa que incluía a seis compositores, entre ellos a Lili Boulanger (1893-1918).
Además de la compositora francesa, se interpretaron obras pianísticas de Claude Debussy (1862-1918), Maurice Ravel (1875-1937), Darius Milhaud (1892-1974), Francis Poulnec (1899-1963) y unas variaciones de Vladimir Horowitz (1899-1963) sobre un tema de la ópera Carmen, de Bizet.
Tras la típica subida de fotos a las principales redes sociales, algunos usuarios se preguntaban si el recital era de la misma socióloga Amparo Menéndez Carrión, nacida en Uruguay y que en dos ocasiones consecutivas fue directora de la Flacso en su sede de Quito.
Sí, en efecto, es la misma mujer autora de una decena de libros de política y sociología, que combina las ciencias sociales con por lo menos unas seis horas diarias de estudios y ensayos de piano.
No era la primera vez que la escritora y maestra se presentaba en el principal escenario quiteño, pero sí fue la primera interpretación pública de la obra ‘Trois Morceaux pour piano’, compuesta en 1914 por Lili Boulanger.
La historia de Nadia y de Lili Boulanger ya fue comentada en sendos artículos publicados en PRIMICIAS, en febrero y abril de 2023, respectivamente.
Recibí entonces una llamada emocionada de la pianista porque argumentaba el valioso aporte de las dos hermanas francesas a la música académica en una época en la que las mujeres que incursionaban en el ámbito de la música eran discriminadas por la sociedad.
Ahí entendí que, incluso, el feminismo recordaba muy poco la lucha de las mujeres en el ámbito de la cultura. Desde esa conversación la intérprete me advertía que preparaba un concierto y que finalmente se concretó en el verano quiteño de 2023.
Además de lo señalado en los artículos de PRIMICIAS, la pianista compartió con los asistentes no el tradicional programa de mano que se entrega al ingreso, que generalmente contiene un resumen de la obra y del autor que se van a interpretar en la ocasión.
Lo que hizo Amparo fue escribir seis artículos biográficos de los seis autores y sus respectivas obras, un material en el que se notan fuentes primarias y abundante literatura.
Acerca de Lili Boulanger comienza por recordar las enfermedades que atormentaron a la compositora desde su niñez hasta truncar su vida cuando apenas había cumplido 24 años.
La bronconeumonía que la aquejó desde los dos años “no logró arrebatarle el temple necesario para traducir su poderosa creatividad en notable legado musical”, se anota en el comentario. Al contrario, su precaria salud no fue obstáculo para que estudie piano, arpa, violonchelo y violín.
En 1960, señala Menéndez Carrión, Ígor Markévitch hizo el primer registro discográfico de todas sus obras y de paso la declaró como “la mejor compositora de la historia de la música”; no obstante que tanto Olivier Messiaen como Arthur Honegger ya habían destacado su “lenguaje musical vanguardista”.
Nadia y Lili fueron la tercera descendencia de una familia de músicos franceses, pero fue Lili que según Menéndez Carrión “marcó a fuego” a esa generación, logrando trascender la influencia de Gabriel Fauré (1845-1924), Messenet o Debussy para desarrollar un lenguaje propio de “notable colorido armónico” y exquisita aproximación al contrapunto.
Fue Fauré, cercano amigo de la familia, quien descubrió que Lili Boulanger, con apenas dos años, mostraba una afinación perfecta y pese a los problemas de salud se preparó e ingresó al Conservatorio de París en 1909.
Desde entonces trazó el camino que la llevaría a convertirse en la primera mujer que a sus 20 años se ganó el codiciado Prix de Rome que se otorgaba en Francia e incluía una estadía o pasantía en la Villa Medici, con sede en Roma.
Lo ganó gracias a la composición de la cantata 'Faust et Hélène', pero lo trascendente fue que lo consiguió mucho antes de otra de las grandes conquistas feministas: el derecho al voto que se otorgó a las mujeres en Francia, recién en 1946.
La otra anécdota histórica que marcó a las hermanas Boulanger fue durante el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914; se dedicaron a auxiliar a las familias de sus colegas del Conservatorio que se encontraban en el escenario de la guerra.
El 'Trois Morceaux pour piano' que interpretó de manera impecable Amparo Menéndez Carrión consta de I. 'D’un vieux jardin', II. 'D’un jardin claire' y III. 'Cortège'. Entre otras obras destacadas de Marie-Juliette Olga Boulanger sobresale 'Du fond de l'abîme' para orquesta y coro, compuesta en 1917.