Contrapunto
La insólita historia de las variaciones Goldberg, de Bach
Periodista y melómano. Ha sido corresponsal internacional, editor de información y editor general de medios de comunicación escritos en Ecuador.
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La semana anterior comentamos acerca de las treinta y tres 'Variaciones Diabelli' de Beethoven, con una leve mención a las variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach (1685-1750) que, según la historia, fueron escritas para mejorar el sueño de un rey.
La obra de Ludwig van Beethoven (1770-1827) registra nada menos que 33 variaciones sobre un mismo tema, un récord, porque el que más cerca estuvo, con 30, fue Johann Sebastian Bach.
Hay algunos datos curiosos en la obra de Bach:
- Las variaciones llevan el nombre del clavecinista y discípulo del maestro del Barroco, Johann Gottlieb Goldberg (1727-1756), un virtuoso de los instrumentos de teclado, especialmente del clave, uno de los instrumentos musicales que precedieron al piano.
- El conde Hermann Carl von Keyserlingk sufría de insomnio y pidió a Bach que escriba unas variaciones para que el clavecinista Goldberg las toque en una habitación contigua a su dormitorio y así pueda conciliar el sueño.
- Al músico alemán del barroco, considerado el genio del contrapunto, no le gustaba escribir variaciones, pero la historia dice que fue compensado con un vaso de oro lleno de luises (antigua moneda francesa de oro).
- Publicadas en 1741, al parecer sólo fueron tocadas por Goldberg para Keyserlingk; luego permanecieron guardadas hasta el siglo XX. La pianista polaca Wanda Landowska, en 1933, y el pianista chileno Claudio Arrau, en 1942, tocaron por primera vez las variaciones en piano.
- Pero no fue hasta 1955 cuando se efectuó la primera grabación discográfica del formidable pianista canadiense Glenn Gould, que luego se dedicaría a grabar numerosas obras de Bach. Las variaciones Goldberg se convirtieron en objeto de culto y en un desafío para las generaciones de pianistas del siglo XX.
Para musicólogos y melómanos, entre el millar de obras escritas por Bach, esta es la más importante. Y que conste el virtuosismo de sus Pasiones según San Mateo y según San Juan, sus conciertos brandemburgueses, el clave bien temperado, las cantatas, misas, tocatas y fugas, conciertos para violín y para órgano…
La investigadora musical Alicia Coloma de Reed, en su libro 'Música y Músicos' explica que las variaciones consisten en un aria que introduce el tema y es seguida por 30 variaciones, para culminar con una recapitulación que recuerda al aria inicial.
Calificada en el catálogo BWB 988, "son una muestra más del extraordinario talento del compositor, de su enorme y elegante inspiración y de su total dominio de la escritura barroca", anota Coloma de Reed.
En 'Historia de la Música' se afirma que estas variaciones "son todo un compendio del arte contrapuntístico de varios siglos, que prácticamente fueron desconocidos durante más de doscientos años".
En 1853, dice la misma fuente, la obra "fue exhumada", pero no incorporada al repertorio de los grandes pianistas, al contrario, las variaciones permanecieron en una especie de torre de marfil "para ser reverenciadas por musicólogos y compositores".
En un libro de reciente publicación del crítico, musicólogo y premio Pulitzer del Washington Post, Philip Kennicott se concluye que “la obra maestra” del compositor alemán del barroco fueron sus Variaciones Goldberg.
El libro 'Contrapunto. Recuerdos de Bach y de duelo' el autor llega al fondo de toda la obra musical del compositor alemán.
Sus variaciones son una obra misteriosa, según Kennicott, porque “se han convertido en una de las composiciones más escuchadas y queridas de toda la historia de la música académica”.
El autor reconoce también que las variaciones fueron muy valoradas a partir del enorme y prolijo trabajo realizado por el pianista Glenn Gould nacido en Toronto, en 1932, y fallecido en la misma ciudad cincuenta años después.