Al aire libre
Hacer ejercicio es tu primer trabajo, haz el click
Comunicadora, escritora y periodista. Corredora de maratón y ultramaratón. Autora del libro La Cinta Invisible, 5 Hábitos para Romperla.
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Ante la amenaza de volver al confinamiento, he salido a correr y a montar en bicicleta todos los días. Y frente a las nuevas disposiciones, he decidido que los miércoles, jueves y viernes serán en adelante los viernes, sábado y domingo, respectivamente.
Me da ilusión trabajar el fin de semana a puerta cerrada. Y hacer las compras, visitar a mi papá, las largas de trote y de bici, los paseos en patineta, en días laborables.
Es que no puedo dejar de entrenar ya que "es mi primer trabajo".
Esta frase es de un par de locos, Chris Howley y Henry Lodge, que escribieron el libro súper recomendado, 'Younger Next Year' o Más joven el próximo año.
Ellos dicen que hacer ejercicio tiene que ser tu primer trabajo, empleo o empresa.
También dicen que, pasar en el sillón es considerado ahora el nuevo fumar. Entonces las enfermedades aparecen.
Leí que mejorar la resistencia (o sea darle con todo al ejercicio), favorece la utilización de más alvéolos pulmonares. Son unas bolsas de aire diminutas desde donde se difunde el oxígeno por las venas y arterias.
O sea, si queremos combatir el virus, tenemos que darle con todo al ejercicio.
¿Pero cómo hacer el click? La pereza, el dolor, el sudor pegajoso, son obstáculos que a la mayoría de la gente no le gusta superar.
En mi libro, 'La Cinta Invisible, 5 Hábitos Para Romperla', propongo:
Salir, salir, salir. Sudar, sudar, sudar.
Y en mi experiencia de ver novatos que se convierten en corredores, digo:
"… miras a ese gordito que hace un esfuerzo tremendo al correr por la pista y sabes que es un futuro hombre feliz. Llegará a su casa con una energía inmensa, será un mejor esposo y padre, en el trabajo estará productivo y contento y en la tarde seguirá motivado por su hazaña. Caerá en su cama con el agotamiento saludable del ejercicio. Y el dolor muscular del día siguiente será bienvenido con orgullo. Él requerirá un mínimo empujón para volver a la pista por más. Y en este punto es cuando hace el click. Se vuelve deportista y ya no hay retorno de una vida llena de posibilidades y satisfacciones".
Cada gota de ejercicio –y de sudor- vale oro, como la monedita que entra en el cepo. Y como dice la maratonista Stephanie Rothstein Bruce, "simplemente al no renunciar ya tienes éxito".
Mi primera carrera fue la Quito Últimas Noticias 15k. Me preparé con la Sole Darquea, mi sensei y maestra de correr, a quien le debo esta maravilla.
Tenía tantos nervios la noche anterior que salí a correr por mi barrio, para ver si iba a ser capaz de hacerlo. Hice lo que no hay que hacer antes de una carrera.
Había comido pasta toda la semana y llegué cansada y embotada a la línea de partida. Mi esposo y mis hijos fueron mi abasto. Y me acuerdo que tenían un enfriador con botellas de Gatorade. Sino que hacía tanto calor que se tomaron todo.
Minutos después de llegar, me dio un bajón, por lo que no pude celebrar la primera medalla.
Pasé una semana adolorida.
Sin embargo, a pesar de tantos errores y sufrimiento, aún ahora me dan ganas de llorar de la emoción que sentí al entrar al Estadio Olímpico Atahualpa y cruzar la meta.
Correr ha sido uno de los mayores aciertos de mi vida.